Durante su tercer embarazo, la mujer decidió emplear una técnica que la ayudó a relajarse demasiado
Hanna Faustino, de 36 años, sintió que estaba alcanzando el clímax durante el trabajo de parto; la madre, quien acaba de dar a luz a su tercera hija, señaló entró a este estado gracias a las clases de yoga prenatal.
“Durante el parto, entregué mi mente a mi cuerpo y tuve las mismas sensaciones de un orgasmo; fue muy natural pujar y las contracciones no se sintieron tan dolorosas, tenía esta plenitud y no quería que la sensación se detuviera, buscaba el placer”.
Ella contó que hace 9 años, el nacimiento de su primer hijo fue largo y doloroso; “fue más difícil que un maratón y he corrido muchos”, declaró.
Para su segundo embarazo, decidió ponerse en contacto con la entrenadora de parto Jannine Marko, quien imparte clases de yoga prenatal que ayuda a las embarazadas a prepararse para un parto sin dolor, mediante el uso de técnicas y ejercicios de movimiento, tonificación y respiración.
La mujer volvió a acudir a Markou para que la ayudara a prepararse para la llegada de su tercera hija y en el trabajo de parto, decidió acostarse de costado con la pierna levantada, en lugar de ponerse en cuclillas.
“Era casi como un perro orinando y acepté las sensaciones del nacimiento”, dijo Faustino sobre el momento de su parto.