Andrés A. Solis*
¿Cuántas horas de transmisión en vivo le dedicaron los medios de radio, televisión y algunos digitales a la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos?
¿Cuántas páginas impresas y digitales?
¿Cuál sería el porcentaje estimado de tiempo dedicado con respecto a la totalidad de las transmisiones y publicaciones?
¿Cuánto espacio le dieron al presidente estadunidense con respecto al tiempo que le otorgaron a la toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo?
No tengo las respuestas, pero la prensa mexicana se desvivió en la cobertura del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Horas interminables de transmisiones en vivo. Enlaces sin trascendencia, narraciones absurdas con afirmaciones como “se ve que hace frío en Washington”. Tal vez no saben que es invierno en el hemisferio norte del planeta y que la capital estadunidense está mucho muy al norte.
Los medios en México destacaron el estridente discurso que en realidad no sorprendió a nadie. Era Trump siendo Trump.
De lo menos peor fue que los medios mexicanos destacaron los anuncios sobre las deportaciones masivas, el cierre y militarización de la frontera, la declaración de terroristas de los grupos del crimen organizado o el anticipo de los aranceles.
En todo caso Trump cumplió sus amenazas, pero nadie debería decirse que le sorprendió el discurso.
Lo esperado fueron los recorridos de la prensa por las zonas fronterizas, nuestra frontera norte y nuestra frontera sur y el drama de miles de migrantes; la típica “reaccionitis” de andar buscando opiniones que poco aportan para explicar la realidad y la reproducción de la pobre respuesta del gobierno mexicano, como si la Presidencia de México esperara algo distinto del nuevo inquilino de la Casa Blanca.
La prensa y el periodismo en México tenemos la responsabilidad de mantener la atención en lo que irá sucediendo en la relación bilateral y el impacto en las relaciones de México con otras naciones en los temas fundamentales como migración, seguridad y comercio.
Si se van a quedar sólo con la reproducción de comunicados de prensa y buscando reacciones a otras declaraciones, entonces no estaremos informando con claridad y certeza y las implicaciones en el corto, mediano y largo plazo de las “locuras” de Donald Trump, donde lo menos importante es si le cambia o no el nombre al Golfo de México.
Más allá del “Heil” de Elon Musk, a mí me llamó la atención lo que dijo Trump de que no se venderán más coches eléctricos en Estados Unidos, a sabiendas que eso afecta a su amigo y principal aplaudidor, que es el dueño de Tesla, la segunda marca de autos eléctricos más vendida en el mundo, la primera en ventas en Estados Unidos.
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*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el programa “Periodismo Hoy” que se transmite los martes a las 13:05 hrs., por Radio Educación. Integrante del Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación.