Raúl Contreras Flores
(Segunda parte)
En respuesta al cuestionamiento que le hiciera el periodista en esa “mañanera” del 18 de octubre del 2023, el jefe del Ejecutivo federal consideró que “a lo mejor ella (Lorena Cuéllar) puede rectificar y nosotros la ayudamos. Vamos a pedirle a Jenaro Villamil (actualmente Encargado de Despacho de la Presidencia del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano) que platique y a lo mejor también, ¿quién es el dueño de El Heraldo? A lo mejor ellos pueden también ayudar”.
El reportero le precisó que el titular del SPR ya había fijado su posición, manifestando estar en desacuerdo, aunque no cuestionaba la legalidad del hecho.
“Se puede llegar a un acuerdo, y hay que saber rectificar y no caer en la autocomplacencia. Y qué bueno que lo mencionas, y cuando dices, ¿cómo hacerle para blindar este tipo de cosas? habría que verlo en la legislación, pero, ¿saben que es lo mejor?, la denuncia, el ejercer la libertad de manifestarlo como lo estás haciendo tú, porque eso puede ayudar. A lo mejor los de El Heraldo (…) pueden retractarse y que quede sin efecto la operación, y nosotros ayudamos con el Sistema Público, porque también los estados tienen carencias, y puede ser que nosotros podamos ayudar para que la radio siga siendo cultural y esté al servicio del pueblo de Tlaxcala y de Puebla (…) no es obligatorio, no, ni es una orden, es un llamado porque sí se puede lograr esto si hay voluntad”, planteó López Obrador.
Después de varias semanas, el mismo periodista volvió a inquirir al presidente acerca del estado que guardaba el asunto de Radio Altiplano, obteniendo como respuesta que se avanzaba en la búsqueda de una solución.
No obstante, el segundo golpe asestado a los medios de comunicación del gobierno de Tlaxcala se presentó el 4 de marzo del año en curso, cuando la transmisión del canal de televisión local dejó de salir al aire.
Ese día, decenas de usuarios reportaron que no había señal en el canal de la televisora estatal, lo cual pudo ser constatado. Pocos medios dieron cuenta de esta anomalía, sin embargo, la titular de la Coracyt, Angélica Domínguez Hernández, nunca emitió comunicado alguno en el que explicara qué estaba pasando con la señal de Tlaxcala Televisión.
Ante la ausencia de información oficial, la especulación y rumores se esparcieron. Todos apuntaban a lo que calificaron como pésimo trabajo de Domínguez Hernández, a quien culpaban de la pérdida de la concesión de la señal XHTLX Canal 10.1 Señal abierta, por no haber regularizado en tiempo y forma los presuntos atrasos que se tenían en la tramitación de la renovación de las concesiones.
Y es tal la desinformación oficial que, a la fecha, muy poco o nada se conoce de la situación técnica y administrativa en la que se encuentran las estaciones repetidoras de la televisora, las que, según dicen, se encuentran localizadas en Calpulalpan, Huamantla, San Pablo del Monte y en Tlaxcala capital.
Algunas versiones apuntan que desde el 2021 ya se tenían problemas con la concesión de la señal XHTLX, además de no contar con prórroga para la concesión de Apizaco, la cual fue incluida en el plazo especial del Programa Anual de Uso y Aprovechamiento de Bandas de Frecuencias (PABF) 2022; año en el que fueron incorporadas las otras cuatro repetidoras al citado programa.
A pesar de tener esta oportunidad para solventar las irregularidades y poder continuar con las transmisiones de la televisora local, se dice que la coordinadora de Radio, Cine y Televisión no tramitó a tiempo la prórroga.
Frente a este caos, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) desde tiempo atrás ya se encontraba en la lista de solicitantes de más concesiones y otro canal de televisión. Por su parte, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), después de aprobado el PABF 2024, determinó que las concesiones de la Coracyt serían sometidas a licitación, o bien, que éstas podrían asignarse de manera directa.
De acuerdo con lo establecido en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión: Sección II; De la Administración del Espectro Radioeléctrico; Artículo 56: (…) El Instituto garantizará la disponibilidad de bandas de frecuencias del espectro radioeléctrico o capacidad de redes para el Ejecutivo Federal para seguridad nacional, seguridad pública, conectividad de sitios públicos y cobertura social y demás necesidades, funciones, fines y objetivos a su cargo. Para tal efecto, otorgará de manera directa, sin contraprestación, con preferencia sobre terceros, las concesiones de uso público necesarias, previa evaluación de su consistencia con los principios y objetivos que establece esta Ley para la administración del espectro radioeléctrico, el programa nacional de espectro radioeléctrico y el programa de bandas de frecuencias.
La prioridad la tuvo el IPN, en tanto que es una dependencia federal. Y Tlaxcala, ante el ineficiente trabajo de la inexperta Angélica Domínguez, se quedaba ahora sin señal de televisión y sin Radio Altiplano.