Por: Raúl Contreras Flores
Independientemente de que se haya cometido un acto violatorio al proceso electoral -asunto que tendrían que resolver las autoridades competentes, si es que existen denuncias al respecto-, lo cierto es que “alguien” de “muy arriba”, habría dado la orden para que la gobernadora neomorenista, Lorena Cuéllar Cisneros, recibiera a los senadores tlaxcaltecas que andan en busca de su reelección, Ana Lilia Rivera Rivera, actual presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, y al ex gobernador José Antonio Álvarez Lima.
Hecho por demás sorpresivo, dadas las fuertes declaraciones que, en reiteradas ocasiones durante sus giras de trabajo proselitista, ha pronunciado la senadora en contra de la mandataria estatal, al acusar que ha recibido ataques de grupos políticos al servicio de la gobernadora, además de denuncias ciudadanas en las que califican como pésimo el trabajo de Lorena Cuéllar, en el que imperan la corrupción, el abuso de autoridad, la inseguridad y la impunidad, todo lo contrario a los preceptos lopezobradoristas del “no mentir, no robar y no traicionar”, los que en Tlaxcala no existen más que en el doble lenguaje oficialista.
Y, quienes más se sienten traicionados y defraudados por la gobernadora, son los morenistas fundadores del partido en el estado, quienes han sido relegados y marginados del aparato gubernamental, así como de las candidaturas a ocupar cargos de elección popular en el presente proceso electoral.
Sólo que la rivalidad política entre la ex priista y la morenista no es reciente, ya que ésta se hizo patente desde años atrás, baste recordar el incidente ocurrido en el mes de octubre del 2019 cuando, en el marco de las asambleas distritales para elegir a los 20 consejeros de Morena, Ana Lilia Rivera responsabilizó a Lorena Cuéllar, entonces coordinadora estatal de los Programas de Desarrollo del gobierno federal, de ser la causante de la suspensión de las asambleas en los distritos electorales I y II, incluso, llegó a declarar que enviaría a la Comisión de Honestidad y Justicia de su partido, videos y fotografías con las que demostraría que Cuéllar Cisneros había movilizado a sus huestes en las tres sedes de las elecciones, con el propósito de “reventarlas”.
En esas pruebas presuntamente aparecían personas que no eran militantes de Morena, sino grupos de choque que habrían acudido con el propósito de provocar enfrentamientos.
Como pesada lápida soltó que la única intención de Lorena Cuéllar Cisneros era favorecer sus propios intereses y no defender la filosofía del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Al parecer, el tiempo le ha dado la razón a Ana Lilia Rivera.
Ante esta confrontación directa entre dos proyectos políticos contrapuestos dentro del partido en el poder, habría venido la orden de, al menos, aparentar que en Tlaxcala existe “unidad” en las filas morenistas, aunque esta sólo sea en apariencia, lo cual se puede observar en las pésimas imágenes difundidas en las redes sociales de la gobernadora, sobre todo donde aparecen en la mesa, en donde Cuéllar Cisneros aparece sentada al fondo, muy distante de sus “distinguidos” invitados.
Publicidad más que necesaria ante el inminente arribo a Tlaxcala de la candidata presidencial de Morena-PT-PVEM, Claudia Sheinbaum Pardo, el próximo martes 30 de abril. Candidata que seguramente no olvida la traición de Lorena, cuando ésta volteó bandera y dio todo su apoyo a Adán Augusto López Hernández, junto con Sergio González Hernández y Alfonso Sánchez García, a quienes pretendía imponer como candidatos al Senado.
Así, hundido en el fondo de las preferencias electorales el “plan C” de la titular del Ejecutivo estatal -encabezado por el infuncional ex secretario de gobierno que pide mandar ALV a los morenistas “traidores”-, y con un alto porcentaje de aceptación del que aún goza López Obrador, todo apuntaría a que su acérrima adversaria política, junto con el ex gobernador, ganarán la contienda electoral rumbo al Senado de la República el próximo 2 de junio.
Si esto llegara a suceder, muy seguramente Ana Lilia Rivera Rivera se estaría perfilando a ser la futura candidata natural de Morena a la gubernatura de la entidad tlaxcalteca. ¿Lo permitirá Lorena Cuéllar Cisneros y huestes locales y foráneas que la acompañan en su desastroso gobierno?