Por Isael Pérez Olivier.
Ese largo mes que pasó en el extranjero o enclaustrada en Casa de Gobierno, le sirvió de marco a Lorena Cuéllar Cisneros para poner sus asuntos terrenales en orden. Al parecer, luego de un arduo y sesudo análisis llegó a la conclusión de que en el tema económico no hay pendientes por atender, pues la fortuna les ha sonreído generosamente y las alforjas están llenas; mientras que en el ámbito político, ya se dio cuenta que nada puede hacer por las ambiciones de su familia; en tanto que en el plano afectivo, me informan, que hay un brillo especial en sus ojos que delatan su fascinación por el hombre de sus sueños, de quien no para de hablar y de alabar; pero, hay algo que le inquietaba, le crispaba los nervios y le ponía de punta sus escasos cabellos, y cómo no, si se trataba del asunto de la seguridad de sus hijas para cuando ella deje el cargo. Pero ¿Miedo a qué o a quién? y en el Estado más seguro del país. No entiendo. O es que, acaso ¿sí hay un marcado aumento de los índices delictivos en Tlaxcala y nos han engañado todo este tiempo con un falso discurso?.
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https://www.revistaportales.com/columna/lorena-cuellar-entro-en-panico/