Ante el clima de ingobernabilidad que crece día a día por los movimientos sociales que se van recrudeciendo en los municipios, la política de garrote que ha implementado la Gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros con su gran perro fiel Guadalupe Ballesteros quien se siente el gran policía ya presume abiertamente que su jefa lo hará Diputado local, ¡Imagínese!.
¿Es en serio?, es la misma pregunta que me hice y de verdad que no cabe en mi imaginación ver a un gandul como Legislador.
Sería la peor afrenta que un golpeador llegará a la máxima tribuna del Estado.
Mire usted que podemos aguantar a un carga bolsas deslenguado y un gran número de aduladores que hoy han centrado su trabajo como Legisladores en ser los principales aduladores de la defensora del Nepotismo y la corrupción como Diputados, pero un represor intolerante en un cargo de esa naturaleza, simplemente no lo veo.
Ya me imagino que a la hora de presentar una iniciativa y esta no sea aprobada a bola de madrazos buscaría imponerla, ya que para él, la violencia, el uso de la fuerza y hasta la privación ilegal de la libertad son unas de sus herramientas principales que ha presumido públicamente para conseguir disuadir a los inconformes.
Lo cierto es, que en el Gobierno de la nueva historia, cualquier ciudadano que tienen el atrevimiento de hacer valer un derecho Constitucional mediante alguna protesta o se inconforma por la cerrazón del Gobierno de Lorena Cuéllar, es reprimido por el jefe policiaco José Guadalupe Ballesteros Arellano.
A casi un año de gobierno, son diversas movilizaciones que han sido frenadas con macanas, gases lacrimógenos, escudos, antimotines, patadas, rasguños, pellizcos y hasta con bombas de gases lanzadas desde el helicóptero de la SSC para sentirse poderoso.
Lo peor, es que esas actitudes protagonizadas por el Jefe Ballesteros como le gusta que le digan al ex convicto, no ha medido las consecuencias electorales que terminarán por dañar la imagen de su jefa la Gobernadora quien carga señalamientos de encabezar un Gobierno represor, insensible e intolerante, por la violenta actitud de sus esbirros.
Entre algunos de los actos represores que fueron protagonizados por el jefe policiaco, primero los trabajadores de la SESA quienes fueron reprimidos y hasta privados de su libertad para que apagaran sus reclamos.
La manifestación de mujeres que tuvo verificativo el pasado mes de marzo en Palacio de Gobierno también hubo mujeres detenidas luego de la evidente provocación del Gobierno encabezado por una mujer, que no supo recibir y atender a sus congéneres, más que a bola de madrazos.
Recuerda usted la represión a jóvenes profesionistas de la asociación FutuMex, Alianza Universitaria donde el dirigente Javier Torres también fue privado de su libertad para disuadir ese derecho Constitucional, nombre que chulada de estrategia gubernamental.
Lo cierto es que con esas prácticas violentas de Ballesteros -el policía, no el marido-, demuestran la falta de talento y capacidad ya que carece de cualidades políticas y persuasivas que permitan lograr los consensos y no con macanas.
Muy probablemente coincida Usted con éste servidor, pero la ineptitud y brutalidad policiaca de Guadalupe Ballesteros, ha provocado que vaya en aumento el repudió al Gobierno promotor del no mentir, no robar y no traicionar, ya que no conoce otras habilidades que no sean la represión y la censura.
Con el de Xaltocan, ya son cuatro municipios que en menos de un año han recurrido a la violencia derivado de la incapacidad gubernamental.
El primer municipio en levantarse, fue el de Xicohtzinco, mismo que está a punto de cumplir un año de conflicto porque la población no quiere al alcalde Luis Ángel Barroso, edil que enfrenta un Juicio Político en el Congreso local para la desaparición de poderes en donde ya hubo un muerto y se vive un clima de ingobernabilidad por ser la violencia la herramienta de solución.
Que le digo del linchamiento que tuvo verificativo el pasado mes de abril en Tlalcuapan después de que por varias horas las autoridades estatales fueron alertadas, solo que ahí si le sacaron para entrar a la población, vaya, ni porque iba Ballesteros al frente, ahí si le sudó.
Las consecuencias, no me crea Usted pero el pueblo sabio ya se organiza en próximos días para darle un escarmiento a Gustavo Jiménez su autoridad municipal y a su “engendro maligno”, por chivatones y sacatones, lo cual se lo demostraran en el marco de la inauguración de su feria anual el próximo fin de semana.
A ese municipio se suma lo que recientemente ocurrió en el municipio de Tlaltelulco, donde el pueblo estalló por el intento de un secuestro, donde la fuerza policiaca no dobló a la población y a pesar de ser reprimidos y hasta encarcelados, no pudieron con la decisión de la sociedad.
Ni una semana pasó para que la brutalidad policiaca regresara para reprimir a ciudadanos y ciudadanas de San Pedro Tlalcuapan quienes repudiaron que inocentes fueran detenidos por delitos que las autoridades estatales son pudieron prevenir, ni mucho menos evitar y así evitar el desgaste innecesario de la imagen de la Gobernadora Lorena Cuéllar.
Y para cerrar con broche de oro, fue la detención que protagonizó la policía municipal de Xaltocan el pasado fin de semana en contra de dos ciudadanos, sin embargo, a los polis se les pasó la calentada y uno de ellos perdió la vida al interior de los separos, lo cual revivió el clima de incertidumbre social.
Las consecuencias de esa torpe detención, generó el enojo de los habitantes a quienes les valió madres quedarse sin seguridad ni comandancia por lo cual destruyeron las instalaciones oficiales así como la quema de las patrullas de ese municipio.
¿Oiga y Ballesteros?, pues no le quedó de otra que salir huyendo como si fuera zona de guerra resguardado por uniformados y en medio de bombas y gases lacrimógenos por tierra y aire que eran disparadas desde el helicóptero de la SSC.
Lo cierto es que la falta de carácter del titular de la SEGOB Sergio González ha permitido los excesos y la rudeza con que se conduce Guadalupe Ballesteros, y ha alentado que crezcan los conflictos sociales, que insisto, se los habrán de cobrar en las urnas de cara al 2024. ¿oh no?
