Un sacerdote católico fue acusado públicamente por actuar de manera violenta y grosera en contra de los feligreses de la parroquia El Carmen ubicada en pleno centro del municipio de Chiautempan, piden al obispo tlaxcalteca la urgente remoción del clérigo ya que a las mujeres no las baja de “cacatúas santurronas”.
Se trata de Amador Sánchez Rodríguez quien está a cargo de los trabajos espirituales en la parroquia de El Carmen y en lugar de fomentar las actividades inherentes a su actividad, se ha dedicado a criticar a los fieles que acuden al centro religioso.
Incluso, ha desaparecido a diversos grupos civiles que contribuían desde hace varias décadas con actividades sociales, litúrgicas, humanitarias y de asistencia social, mismos que ya no operan por la forma grosera con que se conduce el ministro religioso.
Tan grave es la situación, que durante las misas que celebra en algún centro religioso, ha llegado al grado de echar a la gente que no se ciñe a sus imposiciones a pesar de que en muchos casos se trata de personas con alguna discapacidad o limitación física.
Algunos de los testimoniales, puntualizaron; “…el padrecito es un majadero e irrespetuoso…en la capilla de Xaltantla corrió a una mujer de la tercera edad que no pudo hincarse en el momento de la consagración, le dijo o te hincas o te largas sin importarle que la señora además de ser senecta presentaba una discapacidad y no le quedó de otra que retirarse de la iglesia”.
“Ha corrido a catequistas y a diversos grupos que acudían a realizar trabajo social y voluntario, esa gente se ha retirado por la forma tan violenta del padre Amador…se quiere sentir el padre Pistolas de Chiautempan”, coincidieron los denunciantes.
Y es que para el padre Amador no hay diferencia entre hombres y mujeres ya que a todos les habla por igual; “es un patán, mal hablado, grosero y soez, no es posible que no sepa respetar el templo que es una casa de oración y encuentro con Dios…no es una cantina donde resuelves las diferencias con palabras altisonantes”.
Por lo anterior, pidieron al obispo Julio César Salcedo Aquino la inmediata remoción del sacerdote Amador Sánchez Rodríguez, quien además de que no sabe de respeto a los fieles pone en tela de juicio la actividad religiosa y representa un alto riesgo entre la población.
Incluso, le pidieron al jefe de la Grey católica darse una vuelta de manera sorpresiva para que corrobore la forma vulgar y violenta con que trata a la población.
