Ante la inesperada muerte del maestro Florentino Domínguez Ordoñez, Secretario de Educación Pública y Director General de la USET, el Gobernador tendrá un gran dilema para nombrar al nuevo titular del sector educativo, ya que es la Secretaria más grande del aparato de gobierno, si bien hay gente en las direcciones y en las jefaturas de los diferentes departamentos de esta institución, que conocen este sector, la encomienda no es nada fácil, primero; porque este sector está muy politizado, segundo; porque hay muchos intereses personales y de grupos que por décadas han subsistido en el sector educativo, y tres; porque será un reto manejar sólo ocho meses este sector, en el que la mayoría de su personal trabaja sólo virtualmente, lo que hará que el nuevo funcionario únicamente conozca a sus funcionarios, ya que será muy difícil tratar a los más de 20 mil trabajadores de la educación que hay en el estado, esto sin contar la operación limpieza, si hay algunos desvíos o malos manejos financieros como en algún momento se especuló.
Por experiencia este sector no sólo se maneja con conocimientos pedagógicos, sino que quien elija el gobernador debe ser un buen operador político para conciliar con los diferentes grupos que hay tanto en el sistema estatal, como federal, trabajar con las organizaciones sindicales y liderar con los grupos que por décadas se han enquistado en esta secretaria y que han creado intereses personales y de grupos.
Para nadie es desconocido que en los noventas, se generó un gran conflicto magisterial llamado Movimiento de Bases Magisteriales, movimiento que se originó porque el gobernador en turno no tuvo la sensibilidad para nombrar un buen Secretario de Educación, que conociera las entrañas del sector educativo, de ahí que exploto un conflicto magisterial, que estuvo a punto de tirar al gobernador JAAL.
Hoy, el reto será nombrar a un Secretario que conozca el sector educativo, pero además que sea un político que hable el mismo lenguaje de los maestros, ya que si nombran a un funcionario por amistad o por compromiso político, los maestros y los grupos tanto de la USET como de la SEPE y las organizaciones sindicales, pueden crear muchos conflictos de intereses, principalmente en estos momentos en los que se van a iniciar los procesos electorales, pues es menester recordar que hoy el magisterio vive una nueva realidad, ya que los tiempos de subordinación, han quedado atrás, hoy los maestros juegan su propio rol, ya que en su mayoría deciden a qué partido y a quién quieren apoyar, y el magisterio es cada tres y seis años, un protagonista que puede decidir una elección.
Entre los diferentes actores de la política educativa, ya se manejan varios nombres de gente que conoce este importante sector, sólo que algunos les puede quedar grande el puesto o simplemente no son bien vistos por los maestros, ya que sus formas y poses no son acordes con la formación que la mayoría de maestros tienen, entre los que se mencionan están: Roberto Lima y Carlos Payan, directores de educación básica del sector federal y estatal respectivamente, los aliancistas: Lenin Calva y J. Carmen Corona; uno ex dirigente sindical de la sección 55, y el otro de la sección 31, el priista Enrique Padilla quien ya fue subsecretario de la USET-Sepe y delegado de la SEP, así como los directores del CECYTE y del COBAT, aunque también podría ser algún rector de las universidades públicas, ¿O por qué no?, un ex rector de la UAT. Sin duda la decisión no será fácil, aunque también se abre la posibilidad de que pueda ser nombrado un polític@, que si bien no se ha desenvuelto en el ámbito magisterial, si conozca los roles que se juegan en el sector educativo, los maestros y la sociedad tlaxcalteca estarán muy atentos a la decisión de quien será nombrado como nuevo Secretario de Educación Pública.