Rosa Acosta
En el marco de la celebración del Dia Internacional de la Protección de Datos Personales, las mujeres son las últimas en ser consideradas para acceder a la información pública.
Asi se pudo corroborar al celebrarse este día la conferencia “Perspectiva de género y el derecho de las Mujeres al acceso a la información pública de datos personales” en el salón blanco del Congreso del Estado de Tlaxcala por la conmemoración del Día internacional de Protección de Datos Personales.
La cita fue a las nueve de la mañana, hora en la que apenas estaban conectando el cañón y probando el micrófono para comenzar a eso de las nueve con cuarenta minutos, el salón se llenó de gente, la mayoría enferma tosiendo, estornudando y sonándose la nariz, era como estar en un caldo de cultivo.
El índice del Estado de derecho 2018 elaborado por Alejandro Ponce jefe de investigación de la consultora Proyecto de Justicia Mundial ubicó a Tlaxcala en el lugar 31 de las 32 entidades del país en materia de gobierno abierto, participación ciudadana y transparencia.
Otro estudio relacionado con el ranking de portales de transparencia, publicado en septiembre de 2018 rebela la existencia de una falta de compromiso y apertura de parte las autoridades para impulsar lo que se denomina Gobierno Abierto.
Las malas prácticas subsisten en el sistema estatal, los “secretos de estado” y las prácticas añejas en el manejo de información, existen criterios mínimos para que la entrega de información cumpla con el pleno ejercicio del acceso de la misma, esta debe ser veraz, oportuna, accesible, comparable, clara y comprensible.
Pero ¿qué podemos esperar si la información que entregan las dependencias de gobierno no cumple con los criterios mínimos de calidad, oportunidad, confiabilidad y accesibilidad?
En muchos casos si se hace entrega de documentos que se presumen contiene la información solicitada, se hace a destiempo con datos no comparables, en los hechos no se garantiza plenamente el derecho a la información.
La ponencia fue impartida por Rosario Adriana Mendieta Herrera quien es Consultora de género y Derechos Humanos quien resaltó; “Desde la perspectiva de género podemos decir que el derecho humano de las mujeres a la información pública gubernamental como derecho de todas las personas de solicitar datos en poder de instituciones públicas y privadas de todos los órdenes de gobierno que visibilice la situación y condición de las mujeres que informe explique y justifique como los actos de gobierno las afectan y que respondan a las necesidades e intereses estratégicos de ellas.
En su momento el Observatorio ciudadano de los Derechos de las Mujeres señaló la omisión del estado mexicano en la construcción de información con perspectiva de género en la que se brindan cuentas del cumplimiento de los instrumentos y documentaciones en materia internacional del derecho humano de las mujeres al acceso a la información.
Organizaciones como El Grupo de Información Reproductiva evidenció que la información pública que recibe no cumple con la obligación de ser oportuna, completa, accesible, fidedigna, oficiosa sobre el tema a decidir sobre los derechos reproductivos de las mujeres”.
Suficiente para colocar sobre la mesa la gran problemática de la invisibilización de las mujeres que tienen derecho a la información pública.
Primeramente escases de información gubernamental sobre la condición y situación de las mujeres en lo que se informan, explique y justifique sobre los actos que afectan a las mujeres, básicamente se toman decisiones y las afectadas son las últimas en enterarse.
El no reconocer a las mujeres como actoras de derechos con necesidades e intereses específicos respecto al derecho a la información, la tan arraigada práctica de clasificar de acuerdo a su género para repartir funciones dentro de la sociedad los cuales son excluyentes, convirtiendo a las mujeres en ciudadanas de segunda al ser reprimidas, las domina, invisibiliza y devalúa.
Es fundamental que desde el núcleo familiar como en las instituciones de gobierno y órganos que salva guardan los derechos humanos, comience una depuración de ideas arcaicas sobre las mujeres, dejar de estigmatizar por el sexo que portan entre las piernas y ponerse a hacer la tarea de servir y mejorar las condiciones para todas y todos, comprender las diferencias y necesidades y ser empáticos, por si se les llegara a olvidar, las mujeres también son parte de la ciudadanía y somos más en número.
En aras de un mejor estado es primordial que conozcan las necesidades del pueblo, en específico de las mujeres y propongan soluciones eficaces, claras, accesibles y visibles para todos.