La vergüenza no le quema al Junior de la Peña y arde su lengua viperina

El Diputado local Emilio de la Peña Almonte, denunció la alarmante cifra de incendios forestales en lo que va del año en Tlaxcala, sin embargo, su postura fue incongruente, ya que no tuvo la disponibilidad para ofrecer soluciones como la renta de un helicóptero que contribuyera para apagar el siniestro como lo habría hecho hace algunos meses, cuando rentó una aeronave para impresionar a su actual conquista.

Fue en la sesión ordinaria de este martes, donde el oportunista Legislador quien recientemente renunció al partido Redes Sociales Progresistas de Tlaxcala (RSPT) que lo llevo al Congreso local para incrustarse en MORENA, aprovechó los incendios forestales que han afectado más de 200 hectáreas en diferentes municipios de la entidad, para jalar el reflector.

Y aunque varios incendios están relacionados con quemas agrícolas, precisó que ese problema aunque no es nuevo en la entidad, si se agrava; “es momento de actuar con responsabilidad y voluntad”.

En su intervención solo fue palabrería, ya que de la Peña Almonte no presentó una propuesta seria que pudiera ofrecer alternativas de actuación en ese tipo de flagelos o hasta de crear un fondo especial para ese tipo de sucesos.

Tan torpe fue su posicionamiento en tribuna, que exigió “…sancionar con rigor cuando haya negligencia”, solo que se le olvidó que como funcionario de la PROPAET dependiente de la Secretaría del Medio Ambiente en Tlaxcala (SMA) enfrenta una denuncia en la FGR por haber sido parte de la desaparición de poco más de 50 expedientes con irregularidades severas.

Además, enfrenta otra denuncia por los delitos de “intimidación, abuso del servicio público, abuso de autoridad, enriquecimiento ilícito, coalición de servidores públicos”, entre otros, que fue presentada hace más de dos años por Luis Elíseo Arteaga Uribe ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción (FECC), de las cuales ninguna ha sido esclarecida.

Pese a lo anterior, el Diputado insistió en que; “no esperemos a que el fuego lo consuma todo para actuar, ni miremos hacía otro lado mientras el humo nos cubre…Tlaxcala no puede vivir en llamas”.