Opinión de Isael Pérez Olivier
Un Diputado local de Morena, salpicó con su inmundicia la investidura presidencial
Cuando pensé que Lorena Cuéllar Cisneros y sus lacayos parlamentarios, ya no podrían caer más bajo, superaron todas mis expectativas. Sí, porque realizar la compra de diez camionetas de lujo blindadas a un costo de 56.2 millones de pesos mientras el sistema de salud en Tlaxcala se colapsa, fue una aberración imperdonable, pero ya estamos acostumbrados a eso; no licitar la compra y haberla hecho a un sobre precio de dos millones de pesos por unidad, eso, no es nada nuevo, solo es la confirmación de la corrupción que impera en la administración Cuéllar; que las camionetonas sean destinadas para la protección y seguridad de su esposo, sus nietos y sus hijas y hasta para un constructor poblano, eso, es no tener madre y ya a nadie sorprende; pero tratar de justificar la compra millonaria de, no una, sino DIEZ camionetas blindadas argumentando que se adquirieron para los traslados de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, cuando visite nuestra entidad, eso: damas, caballeros y personas de los géneros no binarios, es la peor estupidez que se les haya ocurrido a los asesores de la Gobernadora para tratar de defender lo indefendible por el mal uso y abuso de los recursos públicos, que sin duda tendrá un alto costo político, además, del manifiesto y creciente repudio ciudadano.
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Las blindadas, entre la opacidad y la corrupcion de la administración Cuéllar…