Por Isael Pérez Olivier
Los habíamos conocido de todo tipo. Gobernadores cara dura, mentirosos y sinvergüenzas, pero nunca tan cínicos como la emanada de Morena y de la 4T. Sin ninguna duda, todos los antecesores de Lorena Cuéllar Cisneros arroparon el nepotismo, la corrupción y hasta la delincuencia, pero nunca llegaron a tratar inútilmente de desmentir los resultados de los trabajos de inteligencia de las Secretarías de la Defensa Nacional, de Marina, y de Seguridad y Protección Ciudadana, que colocaron a Tlaxcala en el mapa criminal del país, con la presencia de tres células de los grandes cárteles que se disputan la plaza a plomazos. Sí, a ningún otro Gobernador se le ocurrió, más que a la segunda mujer más votada de toda la historia del mundo mundial y a sus secuaces, ignorar el reporte oficial, ninguneando así, la capacidad operativa, de análisis y de diagnóstico del nuevo gobierno federal encabezado por Claudia Sheinbaum Pardo.
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