¿Ley de endeudamiento público de la gobernadora, sinónimo de tranzas y corrupción?

Por: Miguel Angel Meléndez Nava

Los caprichos del presidente Andrés Manuel López Obrador se van cumpliendo como lo tenía previsto, una vez que tiene a modo la mayoría de diputados federales y senadores. En el caso de la Reforma Judicial, no fue nada fácil su aprobación, ya que tuvo que haber traidores en el Senado para que pasara la iniciativa presidencial. Si bien, el tabasqueño ya la firmó, hay mucha incertidumbre sobre cuáles van a ser las consecuencias tanto a nivel nacional como internacional. Aunque políticos y medios de comunicación afines a la Cuarta Transformación dicen que no pasará nada, la realidad es que en el país la democracia y la división de poderes solo van a ser parte del discurso oficial, ya que se ve difícil que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, una vez que asuma el poder, realice cambios. Su sumisión es total, aunque el poder le puede hacer cambiar su actitud.

Por cierto, hablando de la próxima presidenta, su semblante y su discurso en diferentes eventos contrastan con el del presidente, ya que no se le ve del todo contenta con las decisiones y ocurrencias del inquilino de Palacio Nacional, quien no se cansa de andarla mostrando como su trofeo en todo el país, restándole autoridad y poder como presidenta electa. López Obrador, maquiavélicamente, manda el mensaje de quién va a mandar bajo la mesa. Aunque no solo es eso, sino que la está dejando comprometida con varias ocurrencias que el presidente tiene durante sus mañaneras y recorridos que viene realizando en todo el país, como sucedió el 15 de septiembre, cuando periodistas le preguntaron sobre la inseguridad y balaceras en Sinaloa, Michoacán y varios estados de la República. El anciano gobernante respondió: “Que no pasa nada, que no hay peligro”, cuando los hermanos sinaloenses están desesperados y con un pánico ante las constantes balaceras que llevan más de una semana, y nadie hace nada. La presencia del ejército es de ornato; seguramente ya debe haber varias muertes, aunque el presidente dice que las fuerzas armadas tienen el control. Pero la realidad que muestran algunos medios nacionales e internacionales es totalmente contradictoria, lo que deja la duda de si durante seis años México tuvo un narco-gobierno, donde el ejército, la Guardia Nacional y los policías solo fueron espectadores ante el crecimiento desmedido de la delincuencia organizada y el sometimiento del presidente, ya sea por conveniencia o por negociación. Esto pronto lo sabremos, ya que hay varios mandos en el ejército que no están de acuerdo con que sus tropas sean solo albañiles o cargadores.

Pasando al ámbito estatal, los nuevos legisladores locales dieron muestra de que son unos nobles gatitos de la inquilina de Palacio de Gobierno, ya que, sin analizar y quizás sin conocer qué implica quitar el candado para que los gobiernos estatal y municipal puedan contraer deuda pública, lo aprobaron sin consultar a la ciudadanía tlaxcalteca. Esta decisión va en contra de los elogios que el presidente López Obrador ha realizado al estado, ya que por varias décadas Tlaxcala no tenía deuda pública. Pero ahora sí lo podrán realizar, con lo que el gobierno estatal y los municipios ya pueden solicitar préstamos, que les pueden redituar grandes ganancias y fomentar la corrupción. Ejemplos hay varios: ahí está Jorge Corichi, con un supuesto desvío de recursos por más de 9 millones de pesos. Pero ese es solo un pez mediano, ya que hay ediles con señalamientos de desvío por muchos millones de pesos, y ni el Congreso del Estado ni el OFS hacen nada, y menos sí son de Morena. Las preguntas son: ¿Por qué la gobernadora tomó esa decisión? ¿Será que, al saber que su amistad con la nueva presidenta es distante, prefirió ser señalada que gobernar con el presupuesto que tiene asignado el estado por la federación? Por cierto, sobre este tema, los legisladores locales hicieron oídos sordos al llamado del senador José Antonio Álvarez Lima, quien en un video pidió a los diputados locales analizar su voto, llamado que se lo pasaron por el arco del triunfo, mostrando con ello la sumisión al poder ejecutivo. Ojalá esta decisión que la mayoría de los legisladores locales tomo no se lamente después, ya que la corrupción y el mal manejo financiero pueden endeudar a varias gestiones en el futuro, sino, al tiempo…

Por cierto, los diputados locales de oposición sólo son espectadores. Triste, porque hay políticos con gran experiencia como: Héctor Ortiz, quien quizás por su edad ya no tenga las ganas para apoyar a los tlaxcaltecas, o Blanca Águila, líder de SESA, quien quizás está más preocupada por conservar su dirigencia, ya que el IMSS Bienestar no tarda en desaparecer su sindicato. De los demás no se puede esperar nada, sólo que sean buenos y obedientes a las disposiciones que les dicten desde Palacio de Gobierno, claro, con su respectivo sobre o portafolio.

Termino mi comentario mandando un mensaje de parte de decenas de niños, jóvenes, personas adultas y gente de experiencia que diario van al Jardín Botánico a caminar y ejercitarse, ya que, según, cerraron porque el puente que está cerca del acceso se averió y lo están reparando, lo que es ilógico, ya que el caminar o correr en nada afecta las obras. ¿No será que hay algo que están escondiendo, ya sea en la Casa de Gobierno o en las oficinas de las dependencias que ahí se encuentran? Ojalá pronto se reabra este lugar de recreación y deporte, ya que no se sabe sí la palabra la tiene Alfonso Sánchez García, presidente municipal, o la gobernadora.