Puñaladas traperas entre morenistas en Tlaxcala

Raúl Contreras Flores

Ante el avasallamiento de Morena en las urnas el pasado dos de junio, producto del reiterado apoyo de la mayoría del pueblo tlaxcalteca al aún Presidente Andrés Manuel López Obrador, el partido guinda y aliados consiguieron el triunfo en los 15 distritos locales, lo que impedía que se le asignara una curul más a los candidatos morenistas bajo el principio de representación proporcional.

Motivo por el cual, Marcela González Castillo, quien aparecía en la primera posición de la lista de candidatos plurinominales de Morena, vio frustradas sus aspiraciones de ser reelecta y formar parte de la LXV Legislatura del Congreso local.

Enfurecida por esta inesperada circunstancia, se presume que, de inmediato junto con su familia y el apoyo del ahijado en funciones de secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez Hernández, se dieron a la tarea de rastrear hasta con lupa alguna posible falla presentada durante la jornada electoral que pudiera echar abajo el triunfo de alguno de los 15 candidatos y, de esta manera, permitir el regreso de la ambiciosa experta en ventas, esposa del próximo presidente municipal de Tlaxcala, Alfonso Sánchez García, hijo del ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya.

Y la encontraron en el distrito 15 con cabecera en San Pablo del Monte, ya que en este distrito la diferencia de votos entre el primero y segundo lugar no llegó a más de 20, por lo que el escenario era más que ideal para impugnar el resultado.

Al respecto, se dice que, en franco contubernio con la virtual dirigente estatal de Movimiento Ciudadano (MC) y futura diputada local, Sandra Aguilar Vega, y el entonces candidato Guillermo Jorge Hueyotlipan Barrón, acordaron impugnar el resultado de este distrito, cuya ganadora fue la ex diputada de la LXIII Legislatura local, María Ana Bertha Mastranzo Corona, señalada en su momento de participar en la repartición de los llamados “fondos moche”, y quien también formó parte del gabinete ampliado del gobierno lorenista.

Realizados los trámites ante las instancias correspondientes, finalmente la noche del pasado lunes 22 del mes en curso, mediante el comunicado 56, el Tribunal Electoral de Tlaxcala dio a conocer la nulidad de la votación recibida en la casilla 363 Contigua 5 y la diversa contigua 6, lo que modificó el cómputo distrital, y, en consecuencia, derivó en revocar la entrega de la respectiva constancia de mayoría, la que será expedida a favor de Guillermo Jorge Hueyotlipan Barrón, candidato de MC.

En el mismo comunicado se da a conocer la fundamentación y motivación que llevaron a declarar la nulidad de la votación en esas casillas: “Se acreditó que en la casilla -363 Contigua 5- una persona recibió la votación sin estar facultada por la ley, al no corresponder a dicha sección electoral, por lo que, con fundamento en lo dispuesto en la fracción V del artículo 98 de la Ley de Medios de Impugnación, la elección se declaró nula, mientras que en la casilla contigua 6, el número de boletas computadas fue mayor al número de boletas asignadas para dicha elección”.

Aunque todavía existen instancias legales ante las cuales pueden recurrir los dirigentes de Morena para intentar revertir la decisión tomada por los magistrados del TET, lo cierto es que la ex líder vendedora de productos para el hogar le ha servido como “correa de transmisión” a la gobernadora Lorena Cuéllar, en el afán de ésta por mantener bajo su control al Congreso del estado, y su muy posible regreso estaría más que negociado.

Por su parte, las marionetas de la dirigencia estatal morenista difícilmente se comprometerán a ir al fondo del asunto para tratar de defender a la ex diputada, presuntamente, beneficiada con los millonarios recursos destinados a los “fondos moche” en la pasada LXIII Legislatura local; por lo que Ana Bertha Mastranzo Corona se tendrá que conformar con lo que le llegue a ofrecer la mandataria estatal como premio de consolación.

Por simple curiosidad, sería bueno conocer los resultados de la casilla contigua 6, para saber la votación que obtuvo cada candidato, quizá esto podría dar algún indicio de quién pudo haber metido las boletas de más. Y, si fue tan poca la diferencia de votos entre los dos primeros lugares, lo ideal hubiera sido el recuento total de las casillas. En fin.

Está visto que en Tlaxcala, cuando la perra es brava, hasta los de casa muerde.