Deplorable el anuncio de Josefina Rodríguez Zamora como futura secretaria de Turismo federal

Raúl Contreras Flores

Al momento de llegarme la información de que la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, había presentado a la actual secretaria de Turismo en el gobierno lorenista, la empresaria restaurantera Josefina Rodríguez Zamora, como la futura titular del mismo ramo a nivel federal, pensé que el 28 de diciembre se había adelantado o que era una broma de pésimo gusto.

Pero no, el anuncio, desafortunadamente, es cierto. De manera increíble, una de las funcionarias más corruptas, clasistas y racistas de la actual administración estatal, está a punto de formar parte del gabinete de la futura presidenta de México.

Desde antes de que fuera designada como titular de la Secretaría de Turismo local, y a lo largo de los casi tres años de estar al frente de esta dependencia, a la empresaria le han sido señalados presuntos actos de corrupción, abuso de poder, desvío de recursos, racismo y clasismo en el ejercicio de sus funciones.

Entre esas acusaciones se encuentran el uso de recursos públicos para el pago de publicidad en beneficio de empresas restauranteras y hoteleras propiedad de sus familiares y amigos; la contratación de servicios diversos para la realización de eventos públicos con esas mismas empresas; el pago de personal de sus empresas con recursos de la Secretaría a su cargo; viajes al extranjero sin ningún beneficio para la entidad; contratación de personal con antecedentes de corrupción; además de que en los últimos días, Rodríguez Zamora se ha visto envuelta en una polémica con pobladores del municipio de Nanacamilpa, al pretender imponerles un modelo de negocio con el tema de las luciérnagas. Por cierto, un asunto por demás preocupante, ya que en aras de satisfacer intereses meramente mercantiles se corre el grave riesgo de sobreexplotar este santuario y conducir a su exterminio, algo parecido con lo ocurrido con la mariposa monarca en el estado de Michoacán.

A todo esto, se suma el estrepitoso fracaso económico y social que como presidenta del Patronato de Ferias tuvo en el único año en el que estuvo al frente de la mal llamada “Feria de Ferias”, la principal del estado, lo que le valió ser sustituida en el cargo.

En términos generales, podría decirse que los resultados en materia turística han sido un rotundo fracaso, ya que una cosa son las cifras alegres que pregona el oficialismo, y otra muy diferente, la realidad que viven los micro, pequeños y medianos empresarios del ramo. Por más que se trate de engañar con la cantaleta de que a la entidad se le ha posicionado en excelente lugar en materia turística a nivel nacional e internacional bajo el aberrante señuelo de que ¡Tlaxcala si Existe! (así, si, sin acento), lo cierto es que en el territorio tlaxcalteca por ninguno de sus rincones se observa la llegada masiva de turistas, ni nacionales ni extranjeros. Quizá éstos sí lleguen a Val´Quirico o a la Ex Hacienda de Soltepec, los sitios preferidos y multipublicitados por la futura secretaria de Turismo federal.

Vaya, ni siquiera fue capaz de trazar rutas turísticas mediante las cuales se promovieran la riqueza cultural, histórica, gastronómica o los hermosos paisajes que la madre naturaleza le ha regalado a Tlaxcala. Tampoco fue de su interés promocionar la basta riqueza artesanal que las manos de los pobladores de las comunidades originarias elaboran en sus propios talleres, sean estos de talavera, textiles, prendas de vestir bordadas, o bien, excelentes figuras talladas en madera, llegando a crear verdaderas obras de arte.

Tan corta como poco sustantiva es la semblanza curricular de Josefina Rodríguez Zamora, que, a nivel nacional en diferentes medios, sobre todo, electrónicos y digitales, Tlaxcala vuelve a ser objeto de críticas y burlas, al considerar que habrá de llegar a tan importante cargo una persona inexperta, sin la preparación necesaria y sin trayectoria en el ámbito nacional, mucho menos en el campo internacional.

Y, entonces surge la pregunta, ¿de dónde vino la propuesta, es un favor, presión o cobro de factura para que esta señora presumiblemente corrupta, clasista y racista, esté a punto de formar parte del gabinete presidencial de la doctora en ciencias Claudia Sheinbaum Pardo?

Si bien, el Presidente Andrés Manuel López Obrador en determinado momento antepuso la honestidad por encima de la experiencia en algunos de sus funcionarios, al parecer, este no es el caso.

ANTECEDENTES

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