Un sacerdote ambicioso “traga santos y caga diablos”, rompe la tranquilidad de un pueblo con tal de hacerse millonario
Derivado de los supuestos intereses económicos del sacerdote católico Manuel Estrada Corona que han sido solapados por la Diócesis de Tlaxcala, en cualquier momento se podría romper la tranquilidad de esa comunidad ya que un conflicto intra religioso agarró fuerza al mezclar tintes políticos y económicos que capta la iglesia religiosa y el sacerdote los quiere maneja de manera discrecional.
Y es que ya son varias semanas que el conflicto ha ido en aumento, luego de las presiones del sacerdote hacia el fiscal de esa comunidad Juan Sánchez Lara, a quien finalmente con la ayuda de su madre y personas acarreadas, el sacerdote logró su dimisión el pasado fin de semana.
La reunión que tuvo verificativo el pasado domingo 9 de junio en el templo de la comunidad, donde el ex fiscal Juan Sánchez Lara con apenas tres meses en el cargo, antes de renunciar pretendía dar un informe a la comunidad, el clérigo no se lo permitió por temor a ser exhibido ya que los recursos que ingresan por los servicios eclesiásticos son manejados discrecionalmente.
En consecuencia, el conflicto ha ido en aumento porque la iglesia católica lo ha solapado y fortalecido, incluso, en el transcurso de la semana que acaba de concluir creció una campaña de odio en contra de quien fuera fiscal orquestada por el sacerdote quien ya es calificado en el pueblo como “traga santos y caga diablos”.
A pesar de que los hechos han sido notificados al obispo de la diócesis de Tlaxcala Julio César Salcedo Aquino, el jerarca católico ha desdeñado poner orden en esa comunidad donde las tarifas por la prestación de los servicios religiosos, dependen de la persona que los solicite.
Por ejemplo, en el ex convento ubicado a unos metros del templo religioso, las homilías tienen un costo diferente que superan los 1,500 pesos cada una y se realizan promedio de cinco a 10 celebraciones cada fin de semana, recursos que no ingresan a la comunidad.
En contraste, en el templo de la comunidad las misas oscilan promedio en 400 pesos y no se realizan en la misma cantidad como en el ex convento.
los hechos referidos han sido notificados a la Gobernadora Lorena Cuellar, así como al Secretario de Gobierno Luis Antonio Ramírez, al obispo Julio César Aquino Salcedo y hasta la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) para impedir que se rompa la paz social en esa comunidad.