Mañana el electorado calificará el desempeño del gobierno de Lorena Cuéllar
Raúl Contreras Flores
¡Desatados andan los llamados “chairos” y su contraparte, los nombrados “conservadores”, en las benditas redes sociales en plena veda electoral, esto a escasas 10 horas con 29 minutos del inicio de la jornada electoral!
Haciendo a un lado la superficialidad y agresividad de los argumentos esgrimidos en ambos bandos, lo cierto es que, tal como sucedió en el pasado proceso electoral presidencial, nuevamente México se encuentra frente a dos proyectos de nación: uno, el que, a pesar de las adversidades y factores negativos tanto internos como externos, intenta combatir el cáncer de la corrupción y la impunidad y ejercer un gobierno regido por el Estado mexicano; y otro que, con el apoyo de organizaciones extranjeras de ultraderecha, principalmente de Estados Unidos y España, aspiran a retomar la privatización de las empresas públicas a partir de imponer una economía de libre mercado, es decir, poner al país en manos de los grandes empresarios, de los dueños del capital nacional y extranjero que por décadas se han dedicado a saquear las arcas del erario.
No obstante, ambos modelos de gobierno son válidos, por lo que depende del elector elegir el que crea más adecuado a sus necesidades y expectativas de vida.
En tanto que, en el ámbito local, la jornada electoral de mañana será, sin duda, una evaluación ciudadana al trabajo que en dos años y nueve meses ha realizado la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.
Porque, si algunos políticos “morenistas” traicionan los principios lopezobradoristas del “no mentir, no robar y no traicionar”, han sido precisamente varios gobiernos emanados del partido guinda, entre los que se encuentra el de Tlaxcala. Y, es tal la animadversión que se percibe en la entidad en contra de la mandataria estatal, que se ve prácticamente imposible que pueda cumplir con la cuota de 550 mil votos que, se dice, le pidieron consiguiera a favor de Claudia Sheinbaum.
La operación aritmética es muy simple: si en alianza con varios partidos, entre éstos el del Trabajo, obtuvo en el proceso electoral del 2021 los 305 mil 468 sufragios que la convirtieron en la candidata más votada de la historia, hoy habrá que restarle los del PT y los de decenas de miles de electores que, decepcionados, traicionados y engañados por su gobierno, seguramente votarán por otras opciones políticas como mero “castigo” a quien, al amparo de la sombra del Presidente Andrés Manuel López Obrador, llegó al poder a satisfacer ambiciones personales, a realizar grandes negocios en medio de la opacidad, confundiendo la tarea de gobierno con la de negocio.
Así que Tlaxcala dejará de ser de los principales estados que aporte votos al partido creado por López Obrador, aunque, en sentido estricto es mínimo el porcentaje, pero, eso sí, de mucho simbolismo para los guerreros tlaxcaltecas.
El 2 de junio de 2024 seguramente marcará un antes y un después en el insensible gobierno lorenista, en donde la revocación de mandato se comenzará a construir a partir de la iniciativa de distintas organizaciones sociales.
Mientras tanto, que la desinformación y las alarmantes noticias referentes a la “extrema violencia” y los “inclementes” fenómenos climatológicos no impidan que salga usted a emitir en libertad y en conciencia su sufragio.
