Sesa vs pollo… aberraciones ITE… “sí o sí” el peso del estado

POR: Mario Alberto Macías Palma

Yo no me voy arriesgar a que me quiten mi licencia -de médico- por el error de culpar al pollo.

Palabras más palabras menos habría pronunciado el secretario de Salud del Estado, Rigoberto Zamudio Meneses, cuando se negó rotundamente a reconocer que se equivocó, o más bien inventó, que el consumo humano de pollo como alimento es lo que causa el padecimiento conocido como “Guillain Barré”.

Y es que, para salir de paso, y como se ha vuelto práctica común en los políticos para conservar su chamba, sesgan, desdeñan, ocultan y hasta mienten a sus jefes; en este caso a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros el titular del sector salud, Zamudio Meneses, le brindó una emergente explicación de una enfermedad un tanto desconocida por estos lares.

Impedido para enfrentar una crisis de salud que rozó niveles de epidemia y que puso en el foco de la atención nacional e internacional a Tlaxcala -como pa´que vean que sí existe- el secretario de salud dubitativo, optó por seguir la recomendación del padre Ranulfo Rojas.

“Diles que es el pollo, en fin es cuaresma y no se come mucho pollo en esta temporada, no va afectar a los polleros” (literal: comercializadores de pollo)

Y así lo hizo, culpó a pollo, queriendo justificarlo mediante el manejo anti higiénico del mismo en las cocinas domésticas, pero que pegó en las finanzas de pollerías, supermercados y restaurantes, además del pánico colectivo que generó entre la sociedad local y recelo regional a lo tlaxcalteca.

Pero los comerciantes de este producto no se quedarían de brazos cruzados asumiendo la ocurrencia de un burócrata irresponsable que sólo quiso quedar bien con su jefa, por lo que la Unión de Polleros del Estado de Tlaxcala, buscaron a biólogos profesionales, incluso en las mismas capacitaciones de la Coeprist (Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios de Tlaxcala) les revelaron que no era el pollo la causa ni origen del brote Guillain Barré que cobró algunas vidas.

Le reclamaron al secretario de Salud e instaron a que aclarara el asunto, pero Rigo se negó a recular y afrontar su yerro, o más bien calumnia, escudándose en el prestigio del gobierno estatal, en la conservación de su empleo y de su propia cédula profesional de médico.

A que joven; debió de honrar a su padre, quien a cabalidad asumió su inclinación a la galantería y cuando lo corrieron de la UAT; estoico y sin aspavientos dejó de dar clases en la máxima casa de estudios por “mano larga”.

ABERRACIONES ELECTORALES

El Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) o más bien su presidente y consejeros creen que no tendrán que cargar, por lo menos en su conciencia, el estigma de incapaces, irresponsables e ilegales.

De manera inverosímil tenemos que tragarnos como ciudadanos su ineptitud, tan solo porque según ellos creen que los acuerdos del Consejo General pueden estar por encima de la Ley de Instituciones y Procedimientos Electoral para Estado de Tlaxcala Estado, donde está establecido clara y determinados los plazos y fechas para desarrollar el proceso electoral.

No se trata de lo que ellos decidan, las modificaciones al calendario electoral o a los criterios de elegibilidad, traen varias implicaciones graves como que le quitan tiempo de campañas a candidatas y candidatos, o como que partidos políticos que no cumplieron en tiempo y forma con sus obligaciones de registro de aspirantes se les consienta, en vez de dejarlos fuera.

Igual que las cofradías de mafiosos, los representantes de los partidos políticos y consejeros acordaron al margen de toda legalidad, prorrogas para registrar candidatos “apartando folios” ¿?¿?,  y cuales cómplices de lo inconfesable urdieron “voto de silencio”, para que quien sí cumplió  en tiempo y forma, no fuera a recibir el castigo por una indiscreción ante la prensa.

Casi todos los institutos incurrieron en la extemporaneidad en los registros, se pusieron de acuerdo con el ITE para violar el artículo 144 de la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales para el Estado de Tlaxcala, para ahora trasgredir el artículo 166 del mismo ordenamiento.

¿Quiénes son las señoras consejeras y los señores consejeros electorales y la caterva de representantes partidistas para manipular la ley a su antojo a fin de resarcir su ineptitud?

¿A quién, institución o funcionario, representante popular o servidor público, corresponde “hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan” al Consejo General del IET?

¿Legislativo, Ejecutivo y Judicial habrán de defender la legalidad electoral o igual serán cómplices por acción u omisión?

¿Cabe el juicio político a los consejeros y consejeras electorales?

¿Habrá alguien con el suficiente valor de poner las íes sobre la mesa, siendo tan sencillo encontrar la ilegalidad?

Aquí hacemos lo que corresponde, denunciarlo periodísticamente ante nuestros escasos lectores.

Esgrima…

Todo “el peso del Estado” a quien no se ciña a los caprichos del Poder político y quienes en turno lo ejercen. Peor aún a quien ose confrontarlo.

Tal es el caso del alcalde con licencia y reelectorero de Huamantla, Chava Santos, quien está en la mira de máximo poder estatal, y no precisamente de quien lo ostenta, sino de sus allegados.

El secretario consentido per-so-nal-mente acudió a la supervisión del levantamiento de una encuesta al municipio del pueblo mágico para saber cual es el status real y actual de la preferencia electoral, y que tan debilitado o fortalecido ha resultado el candidato del Partido Verde tras el escándalo penal de su hermano.

Y es que el titular de segob ha propagado, no se sabe si por motu propio o de verdad es la instrucción de la gobernadora, que “por ningún motivo Morena pierda la elección de Huamantla”, por eso la personalísima presencia del operador político de cabecera en aquella región, donde puede o no ganar el partido en el poder, lo que sí es decreto, es que no quede impune la afrenta y se reelija Santos Cedillo.

Y no es el único caso, también Zacatelco y el Partido del Trabajo son los enemigos públicos número 2 y 3, respectivamente.

Estoque…

Qué la cancelación de la gira de la candidata presidencial del morenismo, Claudia Sheinbaum, a Tlaxcala, no fue otra que la mezquindad.

Resulta que de acuerdo con Cesar Yañes, pues “no hubo condiciones de unidad” ya que tanto la mandataria Lorena Cuéllar, como la senadora Ana Lilia Rivera y el senador José Antonio Álvarez Lima, querían la autoría y el crédito de los mega mítines que le debían preparar entre todos.

Todo quedó EN UNA FOTO de lo que muchos apostábamos no se daría este sexenio: el encuentro entre las dos más poderosas mujeres de la política actual de Tlaxcala.

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