Por: Víctor Manuel Acosta Pérez
Quien cree y entiende que en las campañas políticas sí existen los mensajes de advertencia, debilidad y oportunidad, avisos de riesgos y de guerra sucia sabe a la perfección de sus verdaderos alcances para ganar o perder la elección.
Y es que en el transcurso de las campañas los candidatos palpan el verdadero riesgo que implica presentar sus propuestas en la calle y en el toque de puertas en virtud de que desconocen la reacción de las personas; por el momento, no hay aspirante que haya enfrentado en sus recorridos por municipios y comunidades el repudio general hacia los servidores públicos abusivos, deshonestos y por el pésimo resultado al frente de los cargos encomendados por el pueblo; por unos pagan todos.
Los mensajes de hartazgo por la inseguridad, el desempleo, la falta de medicinas y atención médica, escuelas en mal estado, escasez de agua potable y obras de calidad son evidentes.
En este momento todo es promesas, proyectos y metas, son pocos los candidatos que hablan frente a frente de las obligaciones y responsabilidades de los ciudadanos para mantener una sociedad libre de violencia, de basura, enfermedades, robos, asaltos, contaminación y pobreza, de un trabajo coordinado para garantizar juntos el bienestar, así como del pago puntual de los impuestos para generar mayores oportunidades de desarrollo, y es que a nadie le gusta escuchar que por el uso de insumos se paga y menos si el recordatorio proviene de un político, es decir, todo para acá y nada para allá.
Con las campañas en marcha al cien por ciento, la guerra sucia recrudecerá, los mensajes mal intencionados, de descrédito y difamación se extenderán por todos los medios, posibles extorsiones y amenazas hacia algunos candidatos.
Se esperan 26 días de arduo trabajo político, de ruido, propaganda, spots, guerra de lodo, videos por redes sociales, fotos amables y de humildad, saludos a todos, aunque después del 2 junio nadie se acuerde del comerciante, del albañil, del artesano, del estudiante, de la madre, de los abuelos, de los niños que saludaron durante su búsqueda por un voto, esto es una amarga realidad de las campañas; desde este momento las apuestas se abren en el sentido de que ningún político gane o pierda el próximo 2 de junio regresará a los lugares donde alguna vez sonrieron o comieron de manera sencilla y alegres, ya se verá porque el tiempo es que el acomoda a todos en su lugar.
Bombazos…
Los candidatos de todos los partidos políticos a las presidencias municipales y de comunidad se quedaron con las ganas de comenzar sus campañas durante el primer minuto del 30 de abril, y es que el Consejo General del Instituto Tlaxcaltecas de Elecciones (ITE) determinó retrasar las campañas por inconsistencias en la designación de las candidaturas, muchos equipos tuvieron que cancelar el servicio de los mariachis, del teponachtle, de las carnitas y de los tacos de canasta hasta nuevo aviso, lo cierto es que nadie desaprovecho la oportunidad de aparecer en las redes sociales para no perder tiempo y terreno. Que tal.
Artillería pesada…
Las sorpresas sí existen y en política no hay excepciones, se pronostican éxodos de militantes, declinaciones y hasta denuncias, la intención es bajar a quienes encabezan las encuestas, ya lo verán.
En Tlaxcala, la celebración por el día trabajo perdió su auténtica esencia, sólo queda el recuerdo de desfiles en donde las demandas de los trabajadores se manifestaban a través de pancartas, mantas y exigencias de viva voz por mejores salarios y prestaciones.
Hasta la próxima entrega de Frentes de Guerra.