Vaya que la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, tiene la difícil tarea de reorganizar su administración y conocer más de los movimientos y actitudes que asumen los funcionarios que la acompañan; y es que muchos padecen el síndrome del mareo, es decir, se sienten omnipotentes con el derecho de humillar y marginar a empleados de confianza y sindicalizados.
Las quejas de trabajadores y ciudadanos por algún maltrato en oficinas de gobierno por parte de funcionarios incrementan; basta con mirar a la Secretaría de gobierno en donde nos dicen que personajes provenientes de otros estados, egresados de universidades privadas y contratados por recomendación se sienten “inflados” con el derecho de ofender, minimizar y denigrar el trabajo de los empleados con menor rango.
Un gobierno debe admitir la crítica constructiva, enderezar lo que mal se ejecuta y corregir errores que los analistas observamos desde afuera de una administración que también debe saber escuchar, atender y resolver.
El mal de subirse al ladrillo y marearse con los cargos de una jefatura de oficina, dirección, coordinación o secretaría no ayuda a las buenas intenciones de la mandataria Lorena Cuéllar de garantizar el desarrollo y bienestar para los tlaxcaltecas, ¿En dónde está la esencia de una nueva historia?
Permitir que la arrogancia invada las oficinas de gobierno no es sano para un gobierno que busca mejorar deficiencias y modernizar los procesos administrativos; la directriz del equipo está obligada a poner un alto a los abusos, de exigir cuentas a sus secretarios sobre el comportamiento del resto de los empleados que cobran en nómina del erario público.
Con estos antecedentes la gobernadora del estado debe reforzar el control del personal que contrata en virtud de que por ser foráneos muchos desconocen de la idiosincrasia de los tlaxcaltecas.
Lo cierto es que los servidores públicos no pueden rebasar el límite, pero sí exigir resultados a los trabajadores que perciben un salario, sí mantener un orden y limpieza en las oficinas, sí evitar la flojera y los vicios que entorpecen los proyectos gubernamentales, pero no caer en la humillación y la altanería; pero como siempre se remata en este espacio “el tiempo acomoda a todos en su lugar”.
Bombazos…
Dirigentes del Movimiento de Regeneración Nacional (morena) en Tlaxcala realizan los preparativos para recibir a la coordinadora y defensora de la 4-T Claudia Sheinbaum; la próxima semana vendrá a territorio de Calpulalpan a dar gracias por el respaldo a su proyecto y por supuesto a definir estrategias de su campaña que comienza el próximo primero de marzo.
Artillería pesada…
Vecinos de la avenida Juárez de la capital del estado, siguen en espera de que las autoridades municipales cumplan con la palabra de podar los árboles y mejorar el alumbrado de esa zona. Ojalá.
Desde este espacio de análisis y opinión nos unimos en oración para que el torero tlaxcalteca José Alberto Ortega tenga una pronta y satisfactoria recuperación de salud, luego de la cornada que sufrió el sábado pasado en la corrida de carnaval en la plaza de toros “Jorge El Ranchero Aguilar” de la capital. Fuerza torero, fuerza Alberto.
Hasta la próxima entrega de Frentes de Guerra.