Andrés A. Solis*
Ya comenzó el famoso y muy mexicano maratón Guadalupe-Reyes; pretexto (que no hace falta) para andar de fiesta en fiesta.
Y más allá de los chistes, memes y bromas (basados en hechos reales) sobre la competencia alcohólica y gastronómica, ¿qué más hay?
Ya este lunes vimos lo mismo de cada año. Las “coberturas especiales” de las peregrinaciones a la Basílica de Guadalupe al norte de la Ciudad de México.
Las mismas imágenes de cada año; los testimonios de personas que no son diferentes a los de hace una década o más; las crónicas de los pies y las rodillas jodidas por las caminatas y un larguísimo etcétera.
Ya también vimos las notas de los operativos policiales, las y los peregrinos que perdieron la vida en accidentes, el muladar que siempre dejan esos millones de personas a su paso por calles y avenidas, los perros y gatos que vienen a “tirar” como si fuera parte de la manda y otro larguísimo etcétera.
Y veremos las mismas crónicas, notas y cuasi reportajes sobre las posadas, sobre el significado de las piñatas, el nacimiento o el arbolito de navidad. La vida y obra de Santa Claus y los Reyes Magos.
Las notas de cada año sobre el altísimo costo de las cenas de navidad y año nuevo, de los comerciantes gandallas que le suben el precio al pavo, a los romeritos y a las uvas, la temible cuesta de enero y más largos etcéteras de ese pobre periodismo de efemérides.
Y el resto de espacios noticiosos lo querrán llenar con sus resúmenes anuales y notas sobre hechos violentos y criminalidad, que es lo que más abunda ante el descanso de la burocracia y la escasa información de interés público.
¿No hay otros temas de interés?, ¿no hay otros aspectos cotidianos que podamos narrar desde el periodismo?
Sería interesante hacer ese ejercicio de dejar de publicar lo mismo y tratar de encontrar otras historias o al menos encontrar otros enfoques a lo que de manera aburrida y trillada repiten medios y periodistas cada año.
- Muy pobre la cobertura periodística de los hechos en Texcaltitlán, Estado de México y no por la dificultad de ir al lugar de los hechos, sino porque todos los medios (especialmente la radio y la TV) terminaron entrevistando a “especialistas” para hablar de un lugar que seguro ni siquiera ubican en el mapa. Ahora cualquier “experto” en seguridad, congresista, derechohumanero y hasta ex gobernantes, se creen autoridad para hablar de una situación que ha estado ahí por años y a la que pocos periodistas han podido dar seguimiento por el riesgo que representa. Ya de la “respuesta” de la que cobra como gobernadora ni hablar.
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*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el programa “Periodismo Hoy” que se transmite los martes a las 13:00 hrs., por Radio Educación.