Por: Mario Alberto Macías Palma
El caso del exgobernador de Tlaxcala y actual senador, además aspirante a la reelección, José Antonio Álvarez Lima, es llamativo por varias razones.
Primero porque se cansó de asegurar, allá por los últimos días de 1998, que se retiraba de la política al terminar su sexenio el 15 de enero de 1999. Aunque antes de llegar al año 2000 ya era embajador en Portugal nombrado por el presidente Ernesto Zedillo.
Luego se fue al ostracismo década y media, y solo se asomaba al público con su sesuda columna “Heterodoxia” que publicaban atinadamente el diario nacional Milenio y el periódico digital e-consulta.
Reapareció en la política una tarde de 2017 en Tlaxcala capital, en la que un Andrés Manuel López Obrador, que como locomotora debocada venía hacia las elecciones de 2018, lo presentó al lado de Lorena Cuellar Cisneros presumiéndolos como destacadas adhesiones a su Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
A la postre sus candidatos al Congreso de la Unión, consortes al Senado y Cámara de diputados -el caso de Lorena, como preámbulo a la gubernatura para 2021- mientras que el exgobernador siglado en su administración como JAAL, fungiría como experimentado cabildero y pilar de la 4T.
Sin embargo, una vez que asumió la presidencia de la República, López Obrador, sacó a ambos de ambas Cámaras y mandó a Cuellar Cisneros de superdelegada de Bienestar a Tlaxcala, y a JAAL al Canal 11 como para aprovechar experiencia en Imevisión.
Así fue como Álvarez Lima pidió licencia al Senado y dejó a su suplente, el malogrado Joel Molina. Y aunque también estaba incluido en la lista de plurinominales, JAAL ganó por el voto su curul en la Cámara alta, quien fue escogido por AMLO porque garantizaba mayor posibilidad de triunfo que el profesor totolense algo anquilosado electoralmente.
Ahora JAAL quiere jugar el mismo papel de candidato “Juanito” que sirve para encabezar la candidatura para que una vez ganado el cargo lo renuncie y deje a su suplente, recordemos el célebre caso Brugada en Iztapalapa.
Sorpresivamente JAAL se inscribió en presente proceso interno para reelegirse como senador por Morena, pero por lo dicho aquí y revelado por nuestra fuente, se sostiene la sospecha de que allanará el camino al también aspirante a senador por Tlaxcala, pero casi desconocido en el estado, Oscar Flores Jiménez, quien su principal activo político es ser el titular de Administración y Finanzas de la Secretaría de Educación Pública federal. O sea, ser cercano a AMLO.
Con ello las senadurías de Morena por Tlaxcala vendrían, como si alguien lo dudara, nombradas desde el ámbito federal, de acuerdo a lo que diga el dedito presidencial amlista: Dulce Silva en primera fórmula -porque toca mujer- y JAAL de “Juanito” para el funcionario de la SEP Oscarito, en segunda.
Veremos.
ESGRIMA…
EL SOMETIMIENTO DE LORENA ANTE ASA
¿Qué le sabe Alfonso Sánchez Anaya a Lorena Cuellar Cisneros que se le ha montado en su gobierno, y como la humedad cada vez permea más adentro?
Una más de esta trama es el relevo reciente en la Dirección de Gobernación, que depende de la Secretaría de Gobierno, y cuya titularidad sigue en manos de la gobernadora Lorena Cuellar a través de su ahijado Luis Antonio Ramírez.
El segundo rango más importante de la administración estatal siempre lo ha tenido para su gente la mandataria, el anterior secretario Sergio González Hernández obedecía a su voluntad exclusiva y confianza que requiere esa función.
Así fue como Don Sergio colocó a Mario Cervantes en la Dirección de Gobernación; al terminar su ciclo en Segob, también se da el relevo de su equipo, pero esa transición se complicó por los caprichosos enredos del “Clan Toltecapa”.
Alfonso padre recomendó a uno de los suyos para aquella dirección, lo trajo desde Bucareli, pero apenas lo presentaron y tan solo día y medio después lo bajan, dejando por una semana acéfala esa importante dirección, hasta que la nuera diputada convenció a Alfonso hijo de mejor colocar en Gobernación a otro elemento conveniente para su actual proyecto, a un exconsejero electoral: Norberto Sánchez Briones.
Más que los vaivenes íntimos de la familia Sánchez Anaya-García-Castillo, donde cada vez cobra mayor protagonismo Marcela González Castillo, y más influencia Poncho Sánchez García sobre su papá, lo significativo es como el exgobernador Alfonso Sánchez Anaya progresivamente acapara el gobierno de Cuellar.
Eso debería de preocupar a los “Lorenistas” como grupo político, porque los de Toltecapa ya se deshicieron de Sergio González y se apropiaron del poder de la información obtiene Gobernación.
¿Quién sigue? ¿qué cargo? ¿Cómo volverá ASA a someter a la gobernadora?
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