La voracidad de Juan Carlos Jiménez “El engendro maligno”

Por: Cristian Flores

A dos años del gobierno municipal de Gustavo Jimenez Romero, no ha habido una transformación real en Chiautempan. Durante su campaña, el actual presidente solo engañó a los santaneros, pues les endulzó el oído convenciéndolos que, de llegar a la presidencia, la Cuarta Transformación llegaría al municipio para beneficio y bienestar de los chiautempenses; sin embargo, Jimenez Romero solo simulo para ganar la alcaldía, misma que fue a través de un dedazo por parte de su amigo el ex gobernador, Alfonso Sánchez Anaya.

Lo que es cierto es que los chiautempenses siempre han caído en las mentiras de los políticos, y esta vez volvieron a creer en las palabras de un hombre que a pesar de haber sido el apestado de la política cuando solo reunía a 15 personas durante sus aspiraciones, creyeron que por fin en Chiautempan iba haber un cambio; en cierto modo, quien llegó hacer el cambio fue el hijo del presidente, Juan Carlos Jimenez, el JC, lo que provocó que el municipio se siga hundiendo en la corrupción.

Y es que el Poder ha vuelto loco al vástago de Gustavo, pues su voracidad por el dinero ha hecho que tenga el control absoluto del dinero que ingresa a las arcas del ayuntamiento. El JC es quien ordena lo que se debe hacer en el municipio.

Ante la intromisión del JC, nos cuentan las fuentes que una de las cajas chicas es el ingreso de los parquímetros. Nos dicen que el director de la empresa Copemsa, Andrés Rubén del Razo Guerra, entra los lunes, miércoles y viernes por las mañanas al fraccionamiento los Álamos a dejar el dinero que se recauda de las maquinas, donde ahí, Gustavo Jimenez tiene una propiedad la cual, es resguardada las 24 horas por una patrulla de la policía municipal.

Quien escribe esta columna, cuestionó al presidente sobre las visitas que realiza el encargado de parquímetros al fraccionamiento, Gustavo Jimenez respondió molesto que en el contrato de Rubén del Razo “no dice que le prohíba, (entrar a los Álamos), lo tengo que ver y yo entro allá (…) que tiene que entre el señor, yo lo puedo llamar y entro yo. ¡ni un peso se va a perder de los parquímetros, ni un peso eh!.”; sin embargo, el alcalde no negó que el director entre a su casa.

¿Será que los que supuestamente asaltaron al JC en octubre de 2022 cuando salía de su domicilio, sabían que él es el encargado del búnker donde se almacena el dinero de parquímetros?, que, dicho sea de paso, aún se desconoce el monto de lo robado.

No basta con robarse el dinero que dejan los externos y ciudadanos de Chiautempan en los parquímetros, sino que el JC también se ha apoderado del ingreso de la dirección de Gestión y Recaudación, a cargo de su paladín, Brian Quiroz, el pez gordo que se encarga de juntar el dinero de los puestos ambulantes, baños públicos del mercado Hidalgo y del auditorio municipal, así como también del estacionamiento. Por cierto, nos cuentan sus amigos que el casi entenado de Gustavo Jimenez, dice tener mucho dinero gracias a su trabajo, y que no se atreve a construir su propia casa en estos momentos para evitar que lo señalen como un ladrón.

Pero además de manejar los ingresos de parquímetros y de la dirección de Gestión y Recaudación, nos cuentan que el JC pide el 15 por ciento de moche a las constructoras, las cuales son cotizadas por el gobierno municipal para alguna rehabilitación de calles y de no someterse a las corruptelas, el vástago de Gustavo no les otorga los contratos para la obra pública.

El presidente se ha llenado la boca diciendo que en su administración no hay corrupción y que además dejará finanzas sanas cuando terminé su administración, pero lo cierto es que se ve un espantoso robo a manos llenas.  La administración morenista, pasará como una de las peores y más corrupta de la historia de Chiautempan. Lo cierto es que a Gustavo y a su vástago JC les quedan 11 meses para dejar el Poder. Ya se verá si de verdad el Gustavismo culminará con finanzas sanas o no.

Las opiniones vertidas en este espacio son responsabilidad de su autor(a) y no reflejan necesariamente la postura editorial de este medio de información.