Entre la libertad de expresión y la extorsión

“Que Oso”

(saco con talla)

Por: Matías Campos

No es secreto que en el ejercicio de la política existen demasiados vicios y prácticas que corrompen la credibilidad y seriedad de todos los aspectos de la vida pública en cualquier región o país. Para contextualizar hoy (Tlaxcala), en el ejercicio de la libertad de expresión, no existe realmente una dinámica ya establecida en la que el público este esperando información veraz y de calidad, o que este esperando que los funcionarios o instituciones actúen con ética, ¡y además! todo esto se encuentre sustentado con ejemplos positivos y reales.

Al contrario, en la sociedad existe (sobre todo de toda aquella que NO está diario inmersa e interesada en la burbuja del ejercicio de la política) una desaprobación, animadversión y desinterés cuasiautomático (y bien justificado) hacia todos los actos y actores (gobernantes, políticos, policías, periodistas y funcionarios sin importar su nivel, etc… ) participantes en este ejercicio que es percibido y sociabilizado, como algo negativo, corrupto, mal hecho y/o simplemente falso, en pocas palabras, es el hartazgo de una sociedad que entiende muy bien lo que pasa, y que lo deja ser en situaciones no tan graves.

La libertad de expresión, derecho fundamental por el que en su defensa miles de personas a lo largo de la historia han perdido la vida, nos ha enseñado que exponer la verdad contra injusticias, corruptelas y cualquier clase abuso, es un riesgo que se llega a pagar con la vida. Este, es uno de las contradicciones más grandes de esta sociedad que se hace llamar “democrática” y “respetuosa” de los Derechos Humanos. Pero weno, este no es el tema del día de hoy.

Mira, aquí ni santas ni putas… (Snow that Product)

Creer que la libertad de expresión en Tlaxcala se ejerce desde la ética total, y que solo se hace en esa dinámica, es jugar con disfraz de “ingenuo”, la realidad dista mucho de los buenos deseos de todos. Realidad es que, también dentro de este ejercicio, los actos de corrupción van acompañados de pactos de impunidad establecidos y solapados, si, principalmente por los perpetuadores del acto de corrupción o abuso señalado, pero también por periodistas y medios de comunicación que llegan a acuerdos. Acuerdos que ante el público llegan a ser denominados “convenios” (ay ajá…) pero que todos saben realmente que son arreglos para comprar silencio. Por mencionar algo, ¿cuántos han sido removidos (o amenazados) por “pegarle” a cierto funcionario o institución? Cuando solo hacen su chamba. Bueno, “se supone que de eso se trata”.

Si bien, es más que cierto que se comenten atentados y agresiones todos los días contra periodistas que están ejerciendo su derecho, realidad es que, también existen personajes que usan su pluma para beneficiarse económicamente y que no les importa prostituir no solo la profesión, si no toda su forma de actuar y pensar. En los hechos, se convierten en armas de políticos, que les pasan una lana para golpear a otros y evitar así que estos les golpeen. La realidad pareciera ser, que los medios son vías para enviar mensajes epistolares entre políticos.

Así como Harry, antes de iniciar en Hogwarts tuvo que ir a comprar una varita, escoba y lechuza al callejón Diagón, un político o funcionario al asumir un cargo o responsabilidad, como indumentaria inicial, tiene que comprar a su periodista o columnista de su preferencia (o alcance económico), para presionar y enviar mensajes a sus pares, además si claro (meh), de promocionar su actividad diaria, “pareciera” una simulación pactada.

A continuación daremos ejemplos para que conozcas mejor esta práctica, y para sumergirte en ella correctamente. Si es que tienes la oportunidad claro…:

  • ¿Político cuestionado por actos de corrupción, en los que se comprueba información sobre su participación?

Ja, no te preocupes, busca a tu lechuza recién comprada, y mándala a presionar a los demás lechuzas, seguramente contara con herramientas (o información) adecuada para buscar opciones para callar la nota o provocar que se publique en medios irrelevantes (que son casi todos).

  • ¿Te acusa una asociación, activista, o un individuo por atacarlos, intimidarlos o abusarlos?

No importa, tienden a ser vulnerables, tu lechuza está capacitada para intimidar y emitir notas que desacrediten su postura. Crearan una narrativa (que solo leen e importa a un muy reducido número de personas) para crear la idea que tal activista te ataca por que los ha mando el gobierno o algo. Nada como controlar la narrativa.

  • ¿Eres ignorante y es evidente?

Es lo de menos, tu lechuza es capaz de presentar la información que demuestre lo contrario aunque nadie la crea, pero claro, al estar publicada te llenara de un sentimiento de tranquilidad.

  • Otro medio se burla de ti o expone algún error?

¿Cuál error? Si cuenta$ con lo adecuado, jamás deberás de preocuparte por nada.

No existe un límite de cuantas lechuzas puedas tener, solo recuerda, que el de enfrente tiene su ejército de lechuzas lista$ para atacarte, por ello no escatimes en ellas, recuerda que $i no les das de comer, se cagaran encima de ti.

Es esencial recordar que la libertad de expresión es un pilar fundamental de cualquier sociedad democrática y que debe ser respetada y protegida.

La manipulación de la información y la extorsión no deben ser toleradas en un sistema que aspire a la transparencia y la rendición de cuentas.

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