Por Cristian Flores
La tarde de ayer en la Plaza de Toros Jorge “El Ranchero” Aguilar de la capital tlaxcalteca, el aspirante para encabezar la coordinación en defensa de la Cuarta Transformación, Adán Augusto López Hernández, transmitió a los ciudadanos de los diferentes municipios del estado la misma cantaleta al estilo de Andrés Manuel López Obrador.
En un mitin de poco más de 30 minutos, el discurso polvoriento del también tabasqueño buscó llamar la atención de la gente, lo cual no se logró, pues Adán no tiene esa simpatía con el “pueblo bueno y sabio” a comparación de su maestro. El ex gobernador de Tabasco aburrió a la gente con el discurso que ha llevado a los 20 estados y 60 municipios que ha recorrido, pues habló de reformar el Poder Judicial, seguir con las pensiones de adultos mayores, los ataques de Carlos Loret de Mola y “el gatillero” periodismo de Latinus y de Televisa contra él y Morena; no hubo discurso que la gente no supiera.
Con el aparato político de Lorena Cuéllar Cisneros, se realizó el evento de aproximadamente 3 mil 500 personas, quienes recibieron a López Hernández con banda, aplausos y gritos que lo hacían sentir como “el nuevo mesías del trópico”, una imagen similar a la de Andrés Manuel en sus tiempos de campaña cuando era el apestado de la política y que solo reunía 50 personas.
Para llenar el recinto taurino, al menos la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT) a través de su titular, Juan Tapia Pelcastre, tuvo que ordenar a los empleados que llevaran cinco personas al evento del aspirante a la presidencia de México, quienes recibieron 200 pesos, asi nos lo informaron fuentes muy cercanas a la dependencia estatal. Hicieron lo mismo que la diputada Lorena Ruiz García para llenar el evento de Claudia Sheinbaum en la Ciudad del Crimen, Apizaco.
Durante la rueda de prensa del equipo de Ahora es Adán Augusto en Tlaxcala, el pasado 10 de julio en el restaurante El Mesón Taurino, el delegado nacional y vocero de López Hernández, Carlos Zurita, dijo que él se iba a encargar de denunciar a presidentes municipales y funcionarios públicos que intervinieran la precampaña de las famosas “corcholatas”, hasta tuvo el descaro de decir de manera burlona – al estilo de López Obrador- que los “iba a acusar con sus abuelitas”. Además, dijo que no iba haber acarreos ni nada por que “el pueblo” sería quien llegaría por su propia cuenta, pero la verdad es que si hubo acarreo: toda la caballada lorenista cargada para Adán Augusto López Hernández. Sólo bastó que el aspirante reconociera el trabajo de la “chaparrita” como gobernadora, dejando ver su agradecimiento por llenarle la Plaza deToros para confirmar las sospechas… más claro ni el agua.
Cabe reconocer que los de Morena no son iguales, frase insistente de López Obrador, y si realmente no lo son, no son iguales, pero si son los mismos. Basta con ver cómo realizan sus campañas: así, iguales a las que hacia el PRI, una vieja practica que llevó al partido tricolor gobernar por muchos años.
El PRI no ha muerto, el PRI está disfrazado de Morena y volverá a renacer como el ave fénix cuando al movimiento de la denominada “transformación” ya no pueda gobernar más, en ese entonces el “pueblo bueno y sabio” se hartará por las mentiras que echan desde Palacio Nacional mismas que son retomadas por todos simpatizantes de López Obrador, y ahí, la gente de un voto de castigo. En ese momento, Morena entregara el Poder al PRI, así como lo entregó Enrique Peña Nieto.
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