A propósito del día del periodista, resulta que ahora nosotros somos noticia. Primero porque celebrar ese día en Tlaxcala pasó a segundo y diría yo hasta quinto termino. Y en segunda porque en Tlaxcala no hay que celebrar ya que no hay respeto al trabajo periodístico.
Recuerdo que la Gobernadora Cuéllar a su llegada como mandataria estatal frente al Presidente Nacional de la CNDH Alejandro Encinas lanzaba la arenga que en su gobierno “no habría periodistas consentidos ni perseguidos”, la realidad, ya la conocemos.
Una muestra de ella, fue el pasado fin de semana donde mitigar el hambre fue suficiente para tener a gusto a la fuente del ejecutivo disfrazada de aplaudidores, much@s de ell@s peleando una inche selfie.
Dijera mi amigo periodista Juan Luis Cruz Pérez, “Y todo por un plato de lentejas…viva la libertad”, coincido con él, hay cosas que no se cambian y una de ellas, además de la libertad, es la dignidad.
Y me perdonara Usted por abordar este tema, pero en el mensaje que en su momento dio la cornuda funcionaria -quien mientras cuida que todo chisme llegue de manera puntual a la Gober, una güera le ayuda con el marido-, su prioridad fue resaltar el servilismo de la prensa tlaxcalteca.
“Gobernadora aquí está la fuente, la fuente que la cubre en el día a día en los eventos más importantes…todavía vienen mejores”, sentenció.
En esa actividad, se corroboró que el hambre es hambre y por ello el Gobierno de Doña Lore priorizo tener pancitas felices llenas de amor, como lo dijo la Gordis.
“Ofrecemos este desayuno que nos invita la señora Gobernadora, en reconocimiento al trabajo profesional y ético a ese trabajo que por amor a Tlaxcala todos los que vivimos aquí y aquellos que son de fuera nos hacen el favor de difundir todo lo bueno de Tlaxcala”
Ahora entiendo el porque estaban sumisos y agazapados los Presidentes de las organizaciones de periodistas, no tuvieron de otra que quedarse mudos, luego de que la Jefa del Ejecutivo estatal corroboró que en su gobierno si existen consentidos y aunque no dijo nombres, hay periodistas que han sido beneficiados de manera discrecional.
“Ahí estamos en el momento más difícil en la vida de muchos compañeros…siempre contaran conmigo…siempre contaran con mi respaldo para cuestiones personales y muchos de Ustedes lo saben”
Que lastima que no estuve en el lugar, obvio porque no me invitaron, porque hubiera visto las caras de algunos que se presume gozan de las mieles del poder con jugosos convenios publicitarios.
Más claro ni el agua, y entiendo del porque los sesudos dirigentes de la perrada estén más ocupados en tener un inmueble y un varo para los festejos, en lugar de pugnar por derechos que beneficien al gremio de periodistas.
Y aunque en su mensaje de la mandataria estatal orientó el mismo al respeto periodístico, en los hechos es todo lo contrario, toda vez que infinidad de sucesos noticiosos que tienen que ver con la corrupción existente en su gobierno, ninguno de ellos han sido de su interés para darle el seguimiento necesario.
“…les he pedido respeto y se conduzcan con credibilidad…en Tlaxcala siempre habrá respeto al libre ejercicio periodístico”
Así que aunque la Gober pida credibilidad, y a pesar de que se documenten los excesos, los mismos no sirven de nada cuando un ahijado o cercano colaborador se encuentra inmerso en alguno de ellos, solo una muestra, una, la necedad de mantener a Luis Antonio Ramírez Hernández como Secretario del Medio Ambiente a pesar de que es un deudor alimentario, al tiempo y la distancia seguramente le dejará resultados, ojalá y no sean negativos y mucho menos en las urnas, ya que podría provocar un entripado a una de las niñas de las naricitas respingadas.
No sé porque, pero todo encamina a que doña Lore fue inspirada por el maltrecho dirigente nacional del PRI Alejandro Moreno Cárdenas, quien sentenció hace meses que; “a los periodistas no hay que matarlos a balazos, hay que matarlos de hambre”.
Una prueba de ello, el cobro público que el periodista Raúl Contreras realiza desde hace meses al Gobierno de Lorena Cuéllar, la administración estatal perdóneme el término, pero lo trae como pendejo a la vuelta y vuelta para pagarle algo una baba.
Me queda claro que mitigar el hambre de las pancitas informadoras será la política gubernamental del Gobierno de Lorena Cuéllar, porque crear una oficina protectora de los derechos de los periodistas y luchadores de derechos humanos, no cumple la función para la cual fue creada, a pesar de los esfuerzos de mi estimado Víctor Manuel Ávila.
Se necesita una oficina autónoma, con leyes que no requieran el permiso de florero o de algún funcionario de 2ª, 3ª, 4ª y hasta de 5º nivel
Requerimos una Ley que de verdad nos proteja y no una que sirvan de herramienta golpeadora al poder, para imponernos mordaza Gubernamental a todos los críticos aunque se enoje la imbatible y sus 200 charoleros y aunque no le guste al amigo que usa charola para estacionarse en lugares prohibidos y de la otra organización que ahora pugna por estar en la socialite.
¿Así, cómo festejamos a los periodistas?
Por cierto de festejo, ¿qué tan cierto será que hubo mochilas ordeñadas?, lo anterior porque corrió el rumor que a varios comunicadores les llegó una lap en las mismas, otras más, vacías, vaya ni una felicitación al menos o un pase para unos tacos de canasta o de birria, allá por Loma Bonita.
Reitero, es rumor, porque mi amigo el muerto anda más que filoso para echar madrazos porque no le tocó a pesar de ser aplaudidor oficial, al grado que no fue convocado a la comelitona.
En una siguiente habrá más de periodistas, le contaré el manoseo para la entrega de la presea Miguel N. Lira