Por Isael Pérez Olivier
Vuelven a resonar los tambores de guerra. “Ahora sí, el Sindicato sobrepasó los límites”. La sed de protagonismo de su lideresa hizo que la organización perdiera la vertical. Buscó a toda costa la confrontación y trató de imponer su estilo para subordinar a las autoridades sanitarias, y no le resultó. Encaró al Poder Ejecutivo para chantajear y obtener prebendas personales y políticas, como lo hizo en antaño con otras administraciones, pero se equivocó; me confiaron fuentes de digno crédito, al referirse a la otrora todopoderosa dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sector Salud sección 27 Blanca Águila Lima, que animada por la cercanía de la época electoral, erró su estrategia y el nuevo reto que le lanzó a la “Gobernadora de la Salud” fue recibido con beneplácito; así es que, la también Diputada local tendrá que medir y calcular bien sus próximos movimientos, porque camina sobre arenas movedizas y eso la coloca en una posición de desventaja en una batalla que difícilmente podrá ganar. Tan es así, que del encontronazo que se avecina, me adelantan, en la bóveda celeste se verá el desplome de un ave, que transmutó de un fascinante depredador a un fútil carroñero. Aunque quienes conocen más de esa especie, me aseguran, que no cambió, sino que sólo dejó ver su verdadera naturaleza.
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