Por Isael Pérez Olivier.
Sabíamos que este sería un sexenio complicado, con muchas pifias y yerros en su conducción. Entonces, que nadie se diga sorprendido por los recientes acontecimientos. Como sociedad estamos al punto de quiebre y desde el Palacio de Gobierno estiran la cuerda hasta más no poder. Lo peor, es que están a nada de terminar con la poca paz y tranquilidad que aún nos queda. Seis horas de marchas, manifestaciones y bloqueos carreteros por parte de trabajadores al servicio del Estado para evitar que se privatizara su servicio médico, no es poca cosa; es un fiel reflejo de que la sociedad tlaxcalteca convulsiona en manos de la 4T. “La Chilindrina” dejó de ser un personaje cómico y se ha convertido en la villana de su propia historia. Una que se escribe todos los días con sangre y con el desprecio que despierta la histeria colectiva. ¿Cuánta maldad puede haber en una persona?, no lo sé, pero lo iremos descubriendo a lo largo de los 4 años y 5 meses que le restan a su mandato…
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