Es posible alcanzar acuerdos entre policías y periodistas

Por Andrés A. Solis*

Los talleres, como actividad académica y de aprendizaje, deben incluir ejercicios que permitan a cada participante poner en práctica la teoría que se estudia en las aulas. En los cursos de capacitación para los cuerpos de seguridad, realizar ejercicios son tan o más importante la teoría para que aprendan a reaccionar ante diferentes escenarios.

Este taller que me tocó ver no fue la excepción, un curso para policías donde realizaron ejercicios de contención y manejo de multitudes en una situación ficticia de una movilización social que concluyó con violencia y detenciones de algunas personas.

Lo interesante fue el siguiente ejercicio. Los dos equipos de trabajo en que estaba dividido el grupo, debían convocar a una conferencia de prensa y presentar un informe de lo sucedido y, por supuesto, responder las preguntas de periodistas, que en algunos casos estuvimos “presentes” durante la protesta.

El curso fue convocado por el Instituto para la Seguridad en Democracia (Insyde) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco) y fue un ejercicio dirigido a representantes de corporaciones de Policía Estatal de 14 entidades federativas del país y tuvo como sede un hotel en el centro de la Ciudad de México.

Les explicaron lo que es el derecho a la libertad de expresión y la importancia del trabajo de las y los periodistas de informar sobre lo que sucede en cualquier parte. Les mostraron la relevancia de ser transparentes en sus acciones y que la rendición de cuentas garantiza el derecho de las personas a recibir información útil y relevante sobre la actuación de las fuerzas policiales en todo momento.

Y también les hablaron de la importancia de permitir que las y los periodistas podamos cumplir con nuestro trabajo y al mismo tiempo, si hace falta, brindar medidas de protección a quienes informamos.

Ahí entramos en escena las y los periodistas. Pudimos dialogar con los mandos policiales, que dicho sea de paso, forman parte de los institutos de capacitación policial de sus entidades y tienen la misión de replicar lo aprendido.

Las y los periodistas que estuvimos allí (éramos seis), les comentamos brevemente cómo es que trabajamos y qué información estamos buscando y que no nos sentimos con seguridad cuando en una cobertura, el personal uniformado es el primero en intentar obstruir nuestra labor.

Tras los ejercicios pudimos sentarnos y encontrar puntos de confluencia y aunque reconocimos que la relación mutua es de tensión permanente, sí hallamos acuerdos mínimos:

  1. Capacitar a ambas partes sobre el trabajo que realizamos y encontrar los límites tanto del trabajo policial como el de periodistas, para no pisarnos los pies.
  2. Establecer protocolos de actuación para fuerzas policiales que les permita cumplir su trabajo sin obstruir la labor de periodistas y reducir las agresiones que puedan cometerse en el día a día.
  3. Identificar los principios éticos mínimos del periodismo, para que podamos cumplir nuestro trabajo, sin violentar los procesos policiales ni otras leyes vigentes.
  4. Fortalecer las oficinas de Comunicación Social de las policías, a fin de que puedan ofrecer información útil a la prensa y mejorar sus procesos de comunicación con medios y sociedad.

Este curso dirigido a periodistas, sobre libertad de expresión ha sido un paso más para mejorar las relaciones entre periodistas y policías que reducirá las agresiones, pero sobre todo, permitirá que la sociedad reciba la información que necesita.

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*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el programa “Periodismo Hoy” que se transmite los martes a las 13:00 hrs., por Radio Educación.

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