La inseguridad rebaza a los gobiernos federal y estatal

Si bien, tocar el tema de seguridad, es un peligro en México, es necesario y urgente que el  gobierno federal debe  ponerse a trabajar en un programa emergente para salvaguardar la vida, los hogares y las propiedades  de millones de mexicanos que ven con asombro e incredulidad como grupos armados incendian vehículos, autobuses, tráiler y negocios, a lo que ningún orden de gobierno quiere hacer algo para parar  actos delictivos que cada vez son más agresivos,  lo que está pasando en varios estados del país, si bien, no sólo se puede señalar al gobierno federal  de la creciente inseguridad, si debe marcar un alto, para que el gobierno de AMLO, replante  su programa de seguridad nacional,  es necesario acabar con el slogan “abrazos y no balazos”, lo que ha creado la idea de que el gobierno federal esta cubriendo a los grupos delincuenciales que casi tienen controlado a más de la mitad de los estados del país.

Lo sucedido la semana pasada en Guanajuato, Baja California, Guadalajara y algunos otros estados del país debe prender las luces rojas, en nuestro estado, para que los diferentes órdenes de seguridad y la ejecutivo del estado, dejen a un lado el discurso de que Tlaxcala, es un paraíso, ya que es el estado más seguro del país, lo que ha creado una confianza excesiva en los mandos policiales y hasta en la misma gobernadora, aquí es importante  señalar que las  estadísticas  son nacionales, que no toman en cuenta que  nuestro estado es el más pequeño del país,  que su población es menor a una alcaldía de la ciudad de México, de ahí que en lugar de andar presumiendo una seguridad que no concuerda con nuestra realidad, el gobierno del estado debe trabajar con resultados, no con discursos, para nadie es desconocido que casi diario hay por lo menos un muerto, o un feminicidio, ni hablar del número de asaltos, robos a casa habitación, robos de autos y camiones, el cual sigue creciendo,  el huachicol sigue igual, los grupos de extorsión son cada vez más, y una serie de delitos que se cometen y que en su mayoría no son denunciados porque las victimas prefieren tragarse su miedo y coraje, que enfrentar  el burocratismo de los ministerios públicos, jueces, de la procuraduría y del Poder Judicial.

Si bien, todavía podemos presumir de que somos un estado de provincia, donde nuestras raíces, son de respeto y amabilidad, también debemos ser reales que por nuestra geografía, colindamos con estados, donde la delincuencia es muy alta, ahí está el Estado de México, la Ciudad de México, Puebla, Veracruz e Hidalgo, lo que nos hace vulnerables, hay focos rojos principalmente en las zonas habitacionales tanto en la periferia de la capital del estado como en zonas habitacionales de Apizaco , Huamantla, Zacatelco y de otros municipios donde hay gavillas de delincuentes y las policías lo saben, y no hacen nada,  a casi un año del inicio el gobierno de Lorena Cuellar, su talón de Aquiles, ha sido la seguridad, ya que la Secretaria de Gobierno, no ha dado los resultados esperados, los titulares de  la  Procuraduría  General de Justicia, como el de la  Secretaria de Seguridad Social, que dependen de la SEGOB, no han podido coordinarse para parar  la inseguridad que hay en el estado, de ahí que ya llaman a Tlaxcala como el cementerio de los estados vecinos.

Las mesas de seguridad que semanalmente realiza el Gobierno del estado en coordinación con las diferentes dependencias estatales, federales, y municipales, simple y sencillamente son reuniones de buenos deseos, reuniones para la foto y las notas periodistas, pero los resultados no llegan, de nada sirve que los lunes, se llenen  de  camionetas de la guardia nacional, carros del  ejército, camionetas lujosas de los funcionarios estatales y federales, guaruras y choferes todos prepotentes y tomando muy enserio su papel de querer dar el mensaje que son la ley, en Palacio de Gobierno y sedes alternas donde se llevan a cabo estas mesas de seguridad, las cuales simplemente quedan en eso,  en este gran dilema de la seguridad, los municipios simple y sencillamente solo han asumido su papel de observadores y de comprometerse de dientes para afuera, ya que en la realidad la mayoría de las policías municipales carecen de personal, armamento, vehículos, gasolina y de presupuesto que pueda hacer frente a imprevistos sociales, como sucedió en Xaltocan, donde los pobladores destrozaron las instalaciones de la policía municipal y así como patrullas, lo que dificulta tener una policía confiable, ahora que también hay que analizar el papel que juegan los Presidentes Municipales, quienes en su mayoría están más preocupados por conseguir presupuestos para obras, que les dejan buenos dividendos por los diezmos, que en estar pendientes de la seguridad, caso muy particular son los sueldos y las prestaciones para los policías, que en su mayoría tienen sueldos muy bajos, no tienen prestaciones, tienen que pagar la gasolina de las patrullas y todavía tienen que darle el diezmo a los directores de las corporaciones o a los mandos altos, lo que hace que algunos policías caigan en la tentación del dinero fácil, o de plano ser comparsas de la delincuencia común y organizada, eso no lo digo yo, sino los propios policías cuando están francos y se echan sus chelas.

Me llamó la atención las fotos que se difundieron en diferentes medios de comunicación donde la Gobernadora Lorena Cuellar y su sequito de funcionarios, presumen el Record Guiness, por el tapete de arte efímero más grande del mundo confeccionado por artesanos Huamantlecos, sólo que en la foto no aparecen los que trabajaron y se fregaron en la confección, sólo aparece la clase fi-fi, dicen que nadie sabe para quien trabaja.

Por último, desde este espacio periodístico quiero expresar mi solidaridad y mis condolencias a la familia: Águila Aguilar, por la irreparable pérdida de la señora: Caritina Aguilar, quien durante varias décadas fue mi vecina, que en paz descanse.

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