Mientras la Gobernadora Cuéllar presume acciones en el sector salud, la realidad es que no hay medicamentos ni atención médica para la población y ellos tienen que comprar sus medicamentos.
En plena quinta ola de contagio, pobladores que han dado positivo a Covid-19 además de que son echados de los hospitales y clínicas de salud, tienen que conseguir los medicamentos por sus propios medios para enfrentar el mortal virus, mientras la Gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros se la pasa presumiendo la llegada de medicamentos y hasta la operación de nuevos hospitales.
Se trata de Jeanette “N” quien después de acudir al Centro de Salud urbano dependiente de la Secretaría de Salud (SESA) ubicado a un costado de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se llevó la sorpresa de su vida ya que su familia dio positivo al mortal virus.
“El día de ayer nos fuimos a realizar una prueba de covid al centro de salud urbano de Tlaxcala y dicen que no hay insumos, que solo hacen una prueba por familia, y si no llevas síntomas de gravedad te dicen si no tienes síntomas fuertes no te la puedo hacer y NO la realizan”.
Preocupada porque los contagios van en aumento, el Gobierno del Estado junto con Presidentes Municipales han contribuido con los mismos ya que han permitido eventos masivos; “se me hace delicado que con ferias, bailes, antros la gobernadora haga sus tonterías de quitar medicamento, limitar pruebas de COVID-19 en una 5ta oleada”.
Evidentemente molesta por la respuesta negativa, lamentó que el Gobierno de Lorena Cuéllar de prioridad a eventos sociales y políticos, en lugar de comprar insumos para hacer frente al Covid-19 en la quinta ola de contagios; “da mucho coraje ya que son groseros y lo peor no hay insumos”
Consciente de que pudieran sufrir de nueva cuenta el mal del siglo, fue previsora para tener un colchoncito de la formula TNR4, solo que al tiempo y la distancia se les agotó; “yo soy de las que ha ido comprando medicamentos para tenerlos de resguardo, pero ya no tenemos nada”.
Y es que después de que no fueron atendidos en la SESA; “porque nuestros síntomas no eran suficientes, llevando dolor de garganta, escurrimiento nasal, dolor de cuerpo, dolor de cabeza”, no le quedó de otra que buscar otra alternativa.
Jeanette “N” tuvo que comprar una prueba en una farmacia que le costó 300 pesos y tras dar positivo uno de los miembros de la familia optó por aislarse con el inminente riesgo de que los demás miembros de la familia puedan dar positivo al mortal virus; “mi hija salió positiva, pero ya no me alcanzó para las pruebas de los demás y ya con uno positivo todos nos aislamos”.
Finalmente, Janette y su familia tendrán que ingeniárselas para no morir, gracias a la indolencia del Gobierno de la nueva historia que no les brindó asistencia médica, medicamentos, justo en el marco de la quinta ola de contagio por Covid-19; “…entre medicamento y consultas yo creo que ya gastamos como 3 mil solo de mi hija…nosotros solo con paracetamol y con lo que se pueda que tenemos en casa nos la llevaremos”.
