La dirigente sindical que opera de manera ilegal en la delegación D-III-1 de la SEPE-USET Gwendolynee Amaro Ramírez, presumió que tiene el control con el Gobierno del Estado y con la Prensa en general, para que ya no se sigan abordando temas de corrupción en los que se ha visto inmersa ni tampoco en los que su familia se ha visto beneficiado de los logros que ha obtenido la sindicalista.
Fue el pasado viernes, cuando Amaro Ramírez les informó “el gran poder que tiene para callar a la prensa” y lo presumió antes sus compañeros de la SEPE USET después de entregar el edificio que alberga esa dependencia y que mantuvieron en su poder hasta que doblaron a las autoridades estatales y cedieron a sus berrinches.
En la reunión que sostuvo con algunos de sus seguidores se victimizó al asegurar que ha sufrido de acoso laboral por defender los beneficios de los sindicalistas; “…yo por cada uno de ustedes me paré allá y ahí estoy he recibido y ustedes lo saben…”
Gwendolyne Amaro sostuvo que en los medios de comunicación ya no se van a abordar los presuntos actos de corrupción un mucho menos los berrinches que ha protagonizado ni tampoco que su familia se vea beneficiada de algunos logros sindicales.
“…hoy exigí que la prensa de hoy no saliera con todas esas chingaderas que me salieron, que si robaba, que si saque el almacén, que si mi marido, que esas cosas, exigí que ya no porque soy yo y todas mis compañeras mujeres”.
Por lo anterior, “no se está manejando nada en prensa”, reiteró la representante ilegal de la D-III-1 en la SEPE-USET dependiente de la sección 31 del SNTE que lamentablemente al dirigente estatal de ese sindicato Cutberto Chávez de la Rosa le ha temblado la mano para relevarla de la representación sindical.
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