El homicidio doloso del linchado en la comunidad de San Pedro Tlalcuapan quedará sin castigo como ha sucedido en otros casos que han sido registrados en municipios como Hueyotlipan y San Pablo del Monte.
Mire Usted que con esa evidente omisión, la Gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros carga ya en sus hombros el primer muerto por linchamiento junto con el Presidente municipal de Chiautempan Gustavo Jiménez Romero, por haber permitido que el pasado viernes santo fuera linchada una persona en la comunidad referida por la incapacidad de tomar acciones de manera oportuna.
Y es que el pasado viernes después de que el presunto delincuente fuera detenido por la población y los hechos fueran reportados a las autoridades estatales y municipales, la policía estatal no intervino para rescatarlo.
De nada sirvió que en las inmediaciones de la población al pie de la montaña “La Malintzi” famosa por sus luces multicolores en la temporada decembrina, se apostaran uniformados para frenar que el pueblo hiciera justicia por mano propia, si en los hechos solo estuvieron como espectadores y permitieron flagrantemente que una persona fuera asesinada.
Esas poco más de tres horas que el hoy occiso vivió su viacrucis en manos de una población ávida de sacar jugo de la inseguridad y la incapacidad de sus gobernantes, tras no lograr ningún beneficio para la comunidad opto por prenderle fuego.
Lo cierto es que la ausencia de un titular en la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) contribuyó a que la dependencia referida permita ese tipo de actos de barbarie ya que no hubo el menor intento de rescate a pesar de que hubo flagrancia.
No hubiera sido la manifestación del pasado 8 de marzo del presente año, donde a la Gobernadora no le tembló la mano mandar a la fuerza del estado para proteger de manera tardía el palacio de Gobierno que lucía muy “cuquis” con todo su emplayado.
Que gran sensibilidad, que un día después fueron convocados los aplaudidores quienes prestos se pudieron a limpiar los desmanes que dejaron las agrupaciones feministas que están hasta la madre de tanto discurso caduco.
No me crea, pero seguro estoy que al día de hoy la mandataria estatal Lorena Cuéllar Cisneros no ha dado la cara ni mucho menos dará las condolencias a una humilde familia, ya que no representa nada para este Gobierno insensible que presumía alto grado de humanidad, si en los hechos usa las desgracias humanas para hacerse presente y lucrar con el dolor.
Obvio como iba dejar la tranquilidad y la comodidad que gozó durante esta semana santa, si dicen que la Gobernadora disfrutaba de unas merecidas vacaciones en el Estado de Morelos luego de casi ocho meses de gobierno.
Sin temor a equivocarme, y sin la finalidad de hacer mártir a la persona calcinada, seguramente el amor y los abrazos a los deudos no llegaran, simple, no hay campañas en puerta ni alguna acción que requiera de su voto. ¿oh no?
Me quedan unas dudas al respecto…
Si la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) pudo ingresar por el hoy occiso después de haber sido linchado en Tlalcuapan, ¿por qué la PGJE no detuvo a los presuntos responsables del homicidio, si es un delito doloso?
En esa barbarie que ha provocado un sinfín de reacciones, me queda claro que al alcalde de Chiautempan Gustavo Jiménez Romero el cargo le quedo muy grande y su hijo Juan Carlos quien le ayuda a tomar decisiones, lo que menos le importó fue salvar la vida de un ser humano si eso no deja dinero.
Me contaron algunos de sus cercanos al trio de alcaldes, que el Junior andaba más ocupado en lograr lo que más se pudiera de recursos que dejó el viacrucis en Chiautempan para cobrarles a los cientos de comerciantes externos que se dieron cita ya que tiene que recuperar los millones de pesos que ha perdido por co gobernar el municipio lanero.