A sólo unos días de que se lleve a cabo la consulta de revocación de mandato, la sociedad mexicana se encuentra confundida y desconcertada por una serie de comentarios y puntos de vista que han generado una gran incertidumbre, ya que unos descalifican la encuesta y otros la ven como positiva, si bien, es un proceso electoral nuevo en nuestro país, que creó grandes expectativas, con el paso del tiempo perdió su esencia, ya que no se manejó con responsabilidad, tanto por la autoridad electoral representada por el INE, quien desde un principio se opuso al argumentar no tener los recursos económicos para realizarla, mientras que, por otro lado, el poder del estado, representado por el Presidente, su aparato político y su partido, vieron esta consulta con tintes políticos electorales a futuro, así, como abrir la posibilidad de desaparecer al INE, que no se ha dejado someter a los intereses presidenciales, si bien, el resultado de esta encuesta puede marcar el camino rumbo al 2024, también puede marcar el inicio de querer formar una monarquía, ya que el Presidente ha mantenido una buena calificación en cuanto a la aceptación, pero ha ido a la baja conforme pasa el tiempo, situación que puede crear desinterés de la sociedad mexicana, la cual no está acostumbrada a que a medio sexenio se realice una encuesta para valorar al Presidente de la República, quien fue votado para un periodo de seis años, a cinco días de que se lleva a cabo el proceso electoral, tanto el Presidente como sus funcionarios y su partido, están desesperados realizando una campaña abierta para tratar de convencer por lo menos al 50 por ciento de la sociedad mexicana, lo que se ve difícil, por lo que seguramente ya tendrá argumentos si la encuesta no le favorece, pues no hay que olvidar que ya tuvo un fracaso con la encuesta para enjuiciar a los ex presidentes, y si esta se repite, prendera los focos rojos, y se vendrán una serie de reformas para eliminar al INE y a todo lo que se oponga.
A tres años y medio, de un sexenio que creó grandes expectativas de cambio y desarrollo, ahora podrá ver su realidad, llevar a cabo una consulta que le costará a los mexicanos miles de millones de pesos, tiene sus positivos, pero también sus negativos, si el resultado es como lo anhela el inquilino de Palacio Nacional, reafirmaría su ego, y dará luz verde a sus proyectos sexenales, pero sí el resultado es negativo, hay que esperar reacciones, principalmente porque nadie ha cuestionado la permanencia de López Obrador, como Presidente y tirar esa gran cantidad de dinero en una encuesta, no lo ve bien la sociedad mexicana, cuando hay grandes necesidades como son la generación de empleos, parar la crisis en el sector salud, donde la escases de medicamentos y la falta de estructura tienen a millones de mexicanos viviendo situaciones de desesperación, el frenar el aumento permanente de los precios de la canasta básica, el aumento de las gasolinas, y algo muy importante parar la guerra que ha traído la inseguridad en gran parte del país.
Si bien, la encuesta, es una nueva figura para reafirmar o rechazar el trabajo presidencial , esta tuvo que haber sido espontanea, sin sesgos políticos, y sin utilizar todo el aparato político y económico que tiene el estado, que la sociedad mexicana participara sin condicionamientos y abiertamente, y entonces sí tendría un gran valor, desde mi punto de vista muy particular el Presidente López Obrador, no necesitaba de hacer un gran gasto ni muchos menos de obligar veladamente a la burocracia federal y estatal, para que vayan a votar, sus niveles de aceptación son arriba del 50 por ciento y el grueso de sus seguidores siguen siéndole fieles, por lo que el resultado seguramente le iban a favorecer, en el caso de Tlaxcala, la gobernadora Lorena Cuellar Cisneros, ha venido realizando un buen trabajo, aunque varios de sus funcionarios no han dado el ancho, y otros sólo utilizan este proceso como un trampolín político rumbo al 2024, y muchos Tlaxcaltecas ya identificaron dicho jueguito, y se ve difícil que se presten a ser utilizados, también hay muchos funcionarios que ya se subieron a su ladrillo, y ahora son invencibles, prepotentes y “fifís”, caso específico, el Director General de los COBATS Darwin Pérez Pérez, quien según comentarios de directivos, maestros, padres de familia y alumnos, ya agarro la institución educativa como negocio, vende: libros, uniformes, tiendas escolares y todo lo que puede, ¿Así esperan que vaya la comunidad del Cobat, a votar en apoyo a AMLO?, se ve difícil, si no al tiempo…