Lo positivo y negativo del 8 de marzo

La manifestación del pasado 8 de marzo donde participaron miles de mujeres tlaxcaltecas y unas que otras infiltradas, para exigir igualdad y respeto a las féminas, tuvo su lado positivo y su lado negativo, el primero fue la gran convocatoria que logro reunir a mujeres de todas las edades quienes se manifestaron y exigieron trato igualitario y que paren los asesinatos y  desapariciones de mujeres, niñas y adolescentes, sin duda reclamos muy válidos, que las autoridades gubernamentales y  sociedad en general deben apoyar con políticas públicas que no sólo se den como discursos de buenas intenciones, sino que se unan esfuerzos para rediseñar estrategias que permitan una convivencia igualitaria tanto en el hogar, como  en el trabajo, en la política y en la convivencia social.

Si bien, esta gran concentración  sirvió  para   despertar conciencias y a la vez   el interés de las diferentes esferas sociales, para que se respete y apoye a las mujeres, el gran reto hoy, lo enfrenta el gobierno y las instituciones encargadas de aplicar las  leyes, principalmente la Procuraduría General de Justicia y el Poder Judicial, donde ministerios públicos, jueces y hasta magistrados, creen que aplicar la ley es un favor, y lo ruin, es que  la impartición de justicia la ven como un negocio económico, olvidando que hay leyes que si se aplican con profesionalismo y responsabilidad pueden  proteger la integridad y la vida de muchas  las mujeres, sin duda este 8 de marzo, será inolvidable en Tlaxcala, ya que miles de mujeres se empoderaron y mostraron que unidas, pueden no sólo tener voz, sino que pueden mover las estructuras sociales y políticas del estado, lo importante de este gran movimiento fue la participación libre de miles de mujeres tlaxcaltecas, aunque por ahí queda la duda sobre el papel que juegan algunas lideres de colectivos y organizaciones feministas quienes se adjudican la convocatoria, y hasta se dan el lujo de apoyar el vandalismo y la violencia que generaron grupos en contra de policías y edificios públicos.

El lado negativo para gran parte de la sociedad tlaxcalteca, fueron los actos de violencia y vandalismo  con los que actuaron algunos grupos de mujeres que olvidando que quien gobierna Tlaxcala es una mujer, que ha manifestado abiertamente su apoyo a las mujeres, pero con los actos de vandalismo   la  exhibieron como débil y represiva, amen de que las manifestantes  la agarraron contra  los edificios públicos que  son estructuras históricas, las pintaron y hasta  trataron de destruirlas, como fueron la puerta de Palacio de Gobierno y las Pinturas del muralista Tlaxcalteca: Desiderio Hernández Xochitiotzin,  actitud totalmente reprobable, ya que si bien, su lucha es por reclamar su derecho a ser respetadas, no pueden en aras de la libertad de manifestación y de expresión, adoptar actitudes gansteriles y delincuenciales, que a todas luces son rechazadas por la mayoría de la sociedad tlaxcalteca, incluyendo a  mujeres profesionistas, amas de casa y estudiantes, quienes no comparten las actitudes y los actos violentos que sólo exhiben frustración y desadaptación social de grupos minoritarios, fue lamentable y triste ver a mujeres destrozar y pintar monumentos  del centro histórico de la capital del estado, si bien, los reclamos fueron contra las autoridades gubernamentales,  porque según no les hacen justicia, los monumentos históricos y los edificios públicos no son de ningún gobernante, de ahí que estos actos son reprobables  y ojalá no se vuelvan a repetir, por cierto la gobernadora debe valorar quien falló en la estrategia para que la manifestación del 8 de marzo se saliera de control, la Secretaria de Gobierno, o los asesores del Gobierno del estado, ya que políticamente por los enfrentamientos y los actos de violencia, el error trascendió a nivel nacional, y se catalogó como un Gobierno Represor, la inquilina de Palacio de Gobierno  está a tiempo de enderezar el barco.

Por cierto, fue  impresionante y hasta asombroso ver  como en menos de ocho días, el gobierno reparó las pinturas de Palacio de Gobierno, su fachada y hasta los pisos, la pregunta de ¿Dónde salieron tantos millones de pesos para mostrar un Tlaxcala, libre de protestas y de vandalismo, lo que es un error, ya que las fotografías, los videos y las notas periodísticas fueron del dominio nacional e internacional, de ahí que hubiese sido mejor mostrar que Tlaxcala al igual que otros estados y países que respetan la libre expresión y manifestación, ahora hay que ver que sí así como se reparó rápidamente Palacio de Gobierno, se repara la Iglesia de San José, que también es un patrimonio cultural de nuestro estado, ojalá la  Secretaria de Cultura federal y estatal  muevan sus influencias para que se destine presupuesto para su reparación…

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