“La violencia solo genera violencia y crea más problemas de los que resuelve”; estas frases icónicas del Dalái Lama y Martin Luther King, no pudieron ser más acertadas y cobran vigencia y relevancia por los últimos acontecimientos registrados en la capital tlaxcalteca durante la marcha del 8M que terminó en disturbios, con su consecuente saldo negativo. Todo eso, ante la complaciente mirada del gobierno que no supo estar a la altura del evento que se le presentó. Así de fácil y sencillo es.
No hay justificación que valga, cuando se vulnera el Estado de Derecho. No debe existir permisibilidad del gobierno a los hechos que ponen en riesgo, el patrimonio, la integridad física de las personas, o incluso, la vida misma. Una marcha es una manifestación legítima y legal para exteriorizar la inconformidad de un sector, que como una fuerza viva se revela en contra de la violencia, y el Estado debe garantizar ese derecho a su libertad de expresión y manifestación. Claro que sí, y me uno a las voces de “ni una mujer menos”; estoy a favor de la equidad de género y a una vida libre de violencia para las mujeres.
Sí amable lector, porque no creo que Usted o un servidor, no dimensionemos o no entendamos el motivo de la marcha o que estemos a favor de la violencia que viven algunas mujeres en Tlaxcala o en el mundo entero; claro que no, por supuesto que cada uno de nosotros tenemos la obligación de promover que esto se acabe desde casa y lo debemos hacer con principios y valores, con el ejemplo y siempre inculcando que a los derechos propios corresponde una obligación de respetar los ajenos, porque nuestros derechos también nos crean obligaciones de dar, hacer o no hacer.
Es por eso, que cuando se sale de su cause legal ese derecho a la libre manifestación de inconformidad y se convierte en hechos vandálicos, el Estado y solamente éste, tiene la obligación de actuar en consecuencia y las acciones deben ser para sancionar todo tipo de conductas que la ley señala como delitos del orden penal, ni más ni menos, cometidos en agravio de particulares, de las instituciones y de la sociedad y contra quien o quienes resulten responsables. Hechos que a todas luces tuvieron actores ciertos por haberse consumado en flagrancia; es decir ante los ojos atónitos de los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, a quienes bajo órdenes estrictas, los ataron de manos para no actuar en consecuencia, aunque al final, todo se salió de control.
Usted y su servidor, a través de algunas transmisiones en vivo por Facebook, fuimos fieles testigos de lo acontecido. Pudimos observar a la distancia, y quizás con impotencia, el derribo de vallas metálicas que protegían el inmueble que alberga al Palacio de Gobierno derribado a patadas por una turba enardecida; el enfrentamiento provocado por un grupo de mujeres en aparente histeria con elementos de la Policía Estatal; los daños a los murales, patrimonio cultural de los tlaxcaltecas; las pintas a las fachadas de los edificios públicos y privados; incluso, agresiones a periodistas que cubrían el evento; acciones, que con razón o sin razón, constituyen una serie de delitos que quedarán impunes y que fueron cometidos por personas ajenas a nuestra entidad, y claro, con la participación activa de unas cuantas de acá. ¿Qué no me cree?.
Entonces le pregunto a Usted, que me hace el favor de leerme, ¿Sabe cuántas personas por justicia y por derecho fueron detenidas y puestas a disposición de las autoridades ministeriales por esos hechos?. Los primeros reportes señalaban, 10 personas aseguradas y 40 lesionadas, todas ellas, participantes de la marcha, porque los policías madreados, esos no cuentan, esos solo se lamen sus heridas y listo, no son personas de interés para nadie, me queda claro; luego, se hablaba de tres detenidos, dos hombres y una mujer; pero más adelante, se dijo en los medios de información, que no hubo ni un solo detenido, o lo que es lo mismo, ni una sola responsable por los hechos delictivos. Sí, me refiero a esas personas que atacaron con la rudeza de los hombres, pero que se defienden ante la sociedad y ante las acusaciones con la delicadeza de mujeres.
Bueno. Ok. Perfecto, y ahora la pregunta obligada es: ¿quién se hará responsable de resarcir los daños materiales ocasionados a los inmuebles y al patrimonio cultural?; la respuesta a la interrogante, es: obvio, el Gobierno y saldrán del erario público; sí, de sus impuestos y de los míos. Supongo que ante la política de “abrazos y no toletazos”, ya debe estar considerado en el Plan Estatal de Desarrollo un concepto que ampare los gastos por los desmanes que se registren para garantizar la libre y espontánea manifestaciones de inconformidad de los sectores sociales y los daños que de ello se deriven.
Debo aclarar que de las más de 3 mil participantes, entre ellas, niñas y niños, solo fue un puñado de mujeres las que retaron la capacidad del gobierno, que de acuerdo a información periodística, llegaron de la CDMX y que según reportes de “inteligencia” habrían pretendido evitar el pago de la caseta de San Martín Texmelucan-Tlaxcala para arribar a la capital del Estado, situación que no fue atendida, pues la información que obtuvieron las autoridades locales, sirvió solo para estar enterados que venía un grupo de choque, pero nunca para emprender acciones preventivas. También el ser omiso genera responsabilidad. Y lo saben. Yo creo que por eso están dispuestos a pagar por los daños causados.
Quién de nosotros se iba a imaginar, siquiera, que en la administración de una Gobernadora se iban a registrar eventos tan violentos, como los que se dieron durante la marcha del 8M en Tlaxcala. En demanda de frenar la violencia con más violencia. Que irónico. Hágame Usted el favor…
Todo un reto para el gobierno que encabeza Lorena Cuéllar Cisneros, el mantener el Estado de Derecho que por momentos se vulneró abiertamente durante la Marcha de las Mujeres. Seguro estoy, que otros actores políticos con diversos tipos de demandas, ya tomaron nota de lo que aconteció, ya la midieron y saldrán a retar al gobierno, pues lo saben permisivo y blando a la hora de actuar, y todo para que no se le tilde de represor.
Lejos del tema legal.
No sé a Usted, pero a mí me hubiera gustado que desde el balcón de Palacio de Gobierno, ese que ocupan cada 15 de septiembre para el tradicional Grito de Independencia, la mandataria estatal saliera a recibir a los contingentes de mujeres para mostrarles su “SORORIDAD” a sus justas causas, acompañada de la Magistrada Presidenta del Tribunal Superior de Justicia, de la Procuradora General de Justicia y de alguna de las diputadas del Congreso del Estado para que juntas refrendaran su compromiso con las mujeres de Tlaxcala. Esa era la oportunidad histórica, de ver como mujeres en el poder arropaban a las más desvalidas y se sumaban a su dolor y sus causas. Pero no, eso no pasó y dudo que pase algún día. Quizás y solo quizás, eso hubiera dejado sin argumentos al contingente de rijosas que pudieron haber sido desarmadas con un buen discurso. No lo sé y nunca lo sabremos.
Claro, las antes mencionadas, hicieron manifestación de su simpatía al 8M, en otras trincheras, en el marco de la seguridad y la comodidad de eventos revestidos con la presencia de destacadas mujeres; y lejos, muy lejos de las madres de las víctimas por feminicidios y de los reclamos de equidad de la vox populi, pues en el caso de la Gobernadora, sabe que a siete meses de su administración, les ha quedado a deber muchísimo a sus congéneres, que seguramente despertarían de su letargo con abucheos y rechiflas a sus promesas incumplidas.
No cabe duda, que, se está escribiendo una nueva historia, pero con la misma tinta roja de siempre, incluso, de un tono más intenso. Y todo esto en tan solo tres años de gobierno federal de Morena y siete meses de administración estatal. Esto no lo olvide cuando asista Usted a la consulta de revocación de mandato de “Ya saben quien” y ya saben cuando.
Por cierto, para los puristas. Ni misógino y ni en extremo rudo, solo un romántico empedernido del derecho y la legalidad, porque hasta dónde sé, y que es muy poco, lo debo de reconocer; quien delinque es delincuente y a las cosas por su nombre. Y sustento mí dicho invocando el Artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: El varón y la mujer son iguales ante la ley…
Se tenía que decir y se dijo.
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Ni uno menos, también es justo…
Mi solidaridad, apoyo y toda muestra de cariño, a la madre, esposa, hijas, nietas, hermanas, sobrinas y en general a todos los deudos del comandante de la Policía Ministerial Jesús Ortega Martínez, adscrito a la Procuraduría General de Justicia del Estado, quien fue privado de la vida por arma de fuego; cobardemente por la espalda, según fuentes extraoficiales, y frente a su familia, en el municipio de Xaloztoc.
Ellas también sufren por la irreparable pérdida de su ser querido.
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Ajá y los hostigamientos sexuales en las dependencias, qué…
Y ya que andamos con los temas de violaciones a los derechos de la mujer, permítame traer a cuenta los casos de hostigamiento sexual por parte del personal masculino en las dependencias del Gobierno de la 4T en Tlaxcala.
Uno ampliamente conocido, por hacerse público, a través de una carta enviada a los medios de información en la que una empleada de la Secretaría de Movilidad y Transporte del Estado a cargo de Luz María Vázquez Ávila denunció acoso sexual por parte de su superior jerárquico de nombre Christian N., jefe de oficina de la dependencia estatal.
El otro, que se mantenía en total secrecía y que recientemente sale a la luz, es el caso de otra mujer quien prestaba sus servicios en una de las delegaciones de la Secretaría de Movilidad y Transporte; lugar donde por cierto fue a parar como castigo Christian N., para expiar sus pecados.
Esta otra empleada gubernamental, a la que me voy a referir, también fue víctima de hostigamiento, pero no por Christian N., como lo pudo haber imaginado, no; ella fue víctima de quien era jefe de delegaciones de nombre Zait N., sujeto ligado a Ramiro Cázares Montufar, asistente personal y/o secretario particular de uno de los asesores de lujo de la Gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, Víctor Cánovas Moreno. Se lo comento, para que vaya relacionando los perfiles de estos actores.
Este caso llegó a las instancias legales, donde se tiene, no sé si solo conocimiento de ello o ya se abrió una carpeta de investigación al respecto, pues el desencuentro entre empleada y jefe derivó en detenciones y puestas a disposición por parte de la Policía Municipal de Tlaxcala, ante los reportes de vecinos por los disturbios nocturnos que se generaron por la zona de la colonia Loma Bonita.
Usted podrá decir, ajá y eso qué, se escucha como un pleito de pareja, pero debo aclararle que de acuerdo a la narrativa de la víctima no fue así, a tal grado que el coqueto funcionario fue recibido a golpes por el novio de la misma, ante la intentona de tomar por la fuerza, lo que, en su mente, y solo ahí, era suyo y para su deleite.
De todo ello tuvo conocimiento el órgano de control interno de la Secretaría de Movilidad y Transporte, y obvio, la propia titular, quien determinó despedir al agresor y a la víctima, sin más ni menos; es decir, como premio de consolación para él, y claro, para castigo de ella.
Entonces para que les piden a las víctimas que denuncien, si las van a revictimizar con su despido, no tiene lógica la postura que adoptan en la 4T para frenar este tipo de abusos. Y que conste que me aseguran que la Secretaria de Movilidad y Transporte del Estado Luz María Vázquez Ávila, tiene experiencia en materia de derechos humanos. ¿Será?.
En lo personal lo dudo. Me quedo con la idea de que es una mujer con total desconocimiento del quehacer público y de lo que significa la “SORORIDAD” entre mujeres.
¡Ah sí!, por cierto, otro que no se escapa a las tentaciones de la carne es el número dos de la administración estatal, a quien le publicaron este mensaje durante la marcha del 8M: “Hoy eres Secretario de Gobierno nuevamente espero no olvides mi rostro porque yo no olvido tus manos queriendo tocar mi cuerpo. Hoy por todas nosotras”. Fotografía que puede Usted disfrutar en la página de Facebook de Enlace Periodístico Juárez, de mí muy estimado amigo, el Profesor Édgar Juárez, decano del periodismo en Tlaxcala.
¡Ups, que fuerte!…
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En la Pira…
Solo pregunto:
¿Usted sabe quién es el joven Médico Cirujano Pediatra venido de la Ciudad de Puebla y que despacha en oficinas centrales, de lo que todavía se le conoce como Secretaría de Salud, que se otorgó un bono por Cien Mil Pesotes?.
No me atrevo a decir el nombre, porque en realidad no sé si fue un bono de productividad o su liquidación, pues al parecer se trata, del mismo personaje que iba a ser el primero en ser relevado del encargo y por el que se descubrió que todo el gabinete ya le había renunciado a la mandataria estatal.
Entonces de que sirve ahorrase 90 mil pesos mensuales con la nueva sede de la SESA, sí en compensaciones extraordinarias el dichoso Rigo se lleva 100. ¡Que alguien me explique!…
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Le recuerdo amable lector que pongo a su disposición el correo electrónico entercerainstancia@gmail.com para recibir sus denuncias, quejas, dudas, sugerencias y comentarios.
Hasta la próxima…