El Covid y la inseguridad, dos males que nos aquejan…

Un gusto y un verdadero placer poder saludarlo Estimado Lector al inicio de este 2022. Mis mejores deseos para Usted y los suyos, con la recomendación siempre puntual de seguir con los cuidados y las medidas sanitarias para evitar o prevenir, en la medida de lo posible, los contagios en esta Cuarta Ola de Covid-19.

No soy un experto en los temas de salud, ni lo pretendo ser, pero malamente estamos en semáforo verde en medio de lo que es, la cresta de la ola por  contagios. Sí, opino lo mismo que Usted, un contrasentido, pero así de simple es para nuestras autoridades darnos luz verde para salir a las calles a enfrentar nuestra cruda realidad. Total que se vayan al cielo los que se tengan que ir, es la lógica gubernamental. Ni más ni menos.

Y mientras cientos, están dando positivo a las pruebas antígenas, cuándo las hay, claro, porque los fines de semana ningún módulo trabaja y los teléfonos para información no son atendidos; la mayoría de ellas y ellos, con sus respectivas familias, continúan con sus actividades cotidianas para llevar el sustento a sus hogares. Para ellos y ellas, mi respeto, solidaridad y apoyo.

Ah, pero aclaro, no todos pasan por el mismo viacrucis, porque, por ejemplo, nuestra mandataria estatal tuvo que hacer una pausa en sus quehaceres administrativos por haber dado positivo al mal del siglo. Eso sí, se aventó una que otra reunión por Zoom, con cubre bocas para no ser un foco de contagio vía internet. No cabe duda, que la que sabe sabe.

Ya sé que esto no es de mi incumbencia, pero me imagino que Lorena Cuéllar, como cualquier otro ciudadano, también se trató y atendió en algún hospital de la Sesa, con el mismo personal médico que le brinda el servicio al grueso de la población infectada, y por supuesto, con la misma calidez humana y rapidez que los caracteriza, y también, supongo, que con el mismo cuadro de medicamentos que tienen en sus farmacias, o ¿Usted que cree?. Claro. Yo también.

Me pregunto, si este contagio no fue resultado de un descuido en la Villa Navideña que promocionó con total frenesí, aún sabiendo que no solo se ponía en riesgo ella, sino a toda la población que acudió al lugar. 

Ahora bien, supongo que no cumplió con las medidas sanitarias y si lo hizo, quizás, no fueron las adecuadas, lo que sí es un hecho que por su edad debe ser más cuidadosa, pues es de todos sabido que las personas de la tercera edad son el grupo más vulnerable y de mayor riesgo entre la población. 

Se imagina Usted, y sí algo grave le llega a pasar a nuestra mandataria nomás por andar jugándole al chingón. No se vale, cuidemos a nuestros adultos mayores. Aunque en este caso la irresponsabilidad es compartida con la Coordinación de Asesores que no previó el riesgo que implica el exponerla al contagio. Allá ellos y su mala cabeza.

Y del propio Secretario de Salud Rigoberto Zamudio Meneses, porque mientras su jefa, quien le dio una segunda oportunidad en el cargo, y miles de tlaxcaltecas más resentimos los efectos de los contagios, éste desdichado Galeno, para justificar su indolencia, montó su teatrito con la lideresa del Sindicato de Trabajadores del Sector Salud Blanca Águila Lima, por el cambio de nómina del gremio a un banco distinto al acostumbrado; pretensiones a las que, por cierto, sucumbió la también diputada local priísta, sabrá Dios por qué beneficios y no precisamente para sus representados.    

A pesar de todo lo anterior, lo que personalmente me da un poco de tranquilidad, en medio de tanta desgracia, es el saber que el helicóptero disfrazado de ambulancia aérea se encuentra operando al cien por ciento y que cualquier paciente puede ser trasladado de manera inmediata de Tlaxcala a cualquier punto del país y en sentido contrario, tan solo con solicitarlo y sin mayor trámite; solo tiene Usted que hacerle una llamada telefónica al número personal de la Gobernadora, explicarle su situación, pedirle su apoyo y de inmediato ella misma gira sus apreciables instrucciones para activar el protocolo de movilidad del paciente. 

Y esto es así, porque hasta donde pude entender, la ambulancia aérea es un servicio público y no está condicionado a los pacientes VIP, sino que está a disposición de todo aquel que lo necesite y lo solicite, así que no lo dude y en caso de necesitarlo, confíe en los servicios de traslado de urgencias hospitalarias que nos brinda la 4T, con este recién estrenado medio de transporte.

Qué no me cree, pues entonces pregúntele a Marco Tulio Munive, cómo gestionó el apoyo y qué tan rápido fue el servicio que le brindaron a su hermana, la exalcaldesa de Chiautempan Linda Marina Munive Temoltzi, cuando surcó los cielos del Estado de Morelos hacia nuestra entidad, debido a las lesiones causadas por un accidente automovilístico. 

¿Qué extraño?, Linda Marina y la Gobernadora estuvieron en Morelos casi en las mismas fechas. Nuestra mandataria pasando las fiestas de fin de año en su residencia familiar de descanso, y la otra, quizás y sólo quizás, como turista en algún punto cercano. Casualidades de la vida.

Usted dirá…

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La seguridad ciudadana, el talón de Aquiles de Lorena Cuéllar.

Por cierto, ya que hablamos de nuestra Gobernadora, una vez recuperada de los malestares que la aquejan y restablecida su salud personal, tendrá que enfrentarse con la realidad y decirle adiós a algunos de sus actuales colaboradores, que nomás no dieron la talla en las funciones asignadas. Y aunque no es lo que ella quisiera hacer, es lo que le toca hacer.

Es de suponerse que durante los días de asueto que disfrutó en su residencia de descanso en Cocoyoc, Morelos, tuvo el tiempo suficiente para analizar los primeros cuatro meses de su administración y todos los disparates que durante ese tiempo cometió.

Empezando por su ambición de apoderarse de la Notaría Pública número Uno de la capital para uno de sus yernos, el impulsar a toda costa el nombramiento apresurado de la Procuradora General de Justicia, incluso, durante su discurso de toma de protesta; el haber traído a un Gangster como Secretario de Seguridad Ciudadana y delegar la política interna del Estado en un personaje que está más ocupado en hacer buenos negocios personales, como con la pirotecnia del 15 de septiembre, al pagar menos de la mitad de su valor factura, que en atender los temas de interés general. Decisiones que han llevado a Lorena Cuéllar Cisneros, de la burla y el enojo a la indignación entre la ciudadanía tlaxcalteca.

Este es el momento de saber de qué está hecha la mandataria estatal y de ver qué rumbo va a tomar su gestión, porque no podemos estar sujetos a las decisiones poco o nada certeras de su gabinete, al menos en materia de seguridad y procuración de justicia, porque la delincuencia aprovecha estos yerros para sentirse cómoda y lograr con ello, su expansión en todo el territorio estatal.

Prueba de ello, es que la comunidad de Tizatlán, en plena capital tlaxcalteca se convirtió en un tiradero de cuerpos mutilados, por cierto, uno de ellos, al parecer el primer crimen político de su sexenio, sin que se tenga la menor pista o indicio, de qué fue lo que ocurrió, muchísimo menos de quién o quiénes cometieron estos arteros crímenes y por qué.

A estos dos homicidios dolosos, se suman otros más en diversos puntos del Estado y varios feminicidios que no han sido esclarecidos, cuyos autores intelectuales y materiales no han sido castigados y siguen como todo depredador, esperando a su próxima víctima.

No caigamos en el error de ver el incremento en la comisión de los delitos como algo normal, porque no lo es. No nos comparemos con otros Estados del país para decir que estamos mejor, porque no es cierto. Así empezaron otras entidades que hoy son prácticamente zonas de guerra del crimen organizado y de bandas delictivas que se apoderaron no solo del territorio sino de la paz y la tranquilidad de su población.

Mejor exijamos a nuestras autoridades encargadas de perseguir el delito, resultados en las investigaciones y a nuestra Gobernadora que cumpla con su compromiso de elegir a las y los mejores tlaxcaltecas par esta titánica tarea.

Señora Gobernadora, sí se tiene que ir Doña Ernestina Carro Roldán de la Procuraduría General de Justicia del Estado, déjela ir, que se vaya, listo; no se aferre a lo imposible, porque quizás Doña Tina tenga las ganas de seguir en el puesto, pero no la capacidad para estar ahí. Seguro estoy, que habrá otras mujeres que, aunque no tengan un padrino político, sí cuenten con el conocimiento sobre la operatividad de la institución y hagan un papel digno y decoroso.

Qué se equivocó señora Gobernadora, bueno sí. Y no es la primera vez, obvio que no, pero asuma su responsabilidad y decida los cambios pertinentes antes de que nuestro Estado se convierta en una tierra de nadie, en una zona de guerra y por lo tanto, en una morgue, en un cementerio o en un tiradero clandestino de cuerpos por la complicidad, el desánimo o la incapacidad de nuestras autoridades encargadas de procurar justicia. Recuerde, delito que no se castiga, se repite y tiene un efecto multiplicador.

Por lo anterior expuesto, no quisiera ser la persona que ponga el dedo en la llaga, pero hasta hoy, su administración está reprobada en materia de seguridad y procuración de justicia. ¿Qué me dice Usted amable lector, está conmigo o solo soy yo el que tiene esa opinión?.

Solo han pasado cuatro meses de la actual administración y bastaron para que los ciudadanos nos diéramos cuenta que la Gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, no sabe o no puede atender el problema de la inseguridad.

Y si nuestra titular del Ejecutivo local no me cree a mí, ni a Usted, que le pregunte a los deudos de las víctimas, quienes no tienen al menos el consuelo de saber que los homicidios no quedarán impunes, como cientos o quizás miles más, que duermen el sueño de los justos en algún archivero de la PGJE; muchos de ellos registrados en otros sexenios, cierto, pero que ahora le toca a resolver al gobierno de Morena.

Pero como en estos casos digo, tiempo al tiempo..

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Le recuerdo amable lector que pongo a su disposición el correo electrónico entercerainstancia@gmail.com para recibir sus denuncias, quejas, dudas, sugerencias y comentarios. Hasta la próxima…

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