Presidenta de la Mesa Directiva buena para la socialite y muy mala para las Leyes

Enoja a la Presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local Alejandra Ramírez Ortiz que pobladores los encaren y les exijan frenar la aprobación del Fondo Moches ya que ese fondo ha servido para capitalizar sus aspiraciones personales, políticas y económicas, por lo que amaga con pedir la fuerza pública para que el pueblo sabio sea echado de la sede del Poder Legislativo.

Fue en la sesión ordinaria de este martes, cuando un grupo de pobladores manifestaron su inconformidad con el actuar de los Legisladores quienes se confrontaron por la votación para la aprobación del multicitado Fondo Moches.

Justo después de las posturas de vari@s Legisladores, fue cuando la representante legal del Poder Legislativo rompió con su tolerancia y a grito abierto exigió orden entre los asistentes que lanzaban arengas para frenar el evidente agandalle; “no al fondo moches, no al fondo moches”.

“Con fundamento en lo dispuesto en la fracción tercera del artículo 48 de la Ley orgánica del Poder Legislativo del estado de Tlaxcala se pide al público asistente guarde orden en esta sesión”, puntualizó la Diputada del Partido Alianza Ciudadana (PAC)

Sin embargo, al no encontrar eco en su intervención, evidencio su marcada ignorancia al no conocer con precisión las Leyes al interior del Poder Legislativo que se supone debería manejar como representante legal del Congreso local, en lugar de andar de dama de compañía en la mayoría de eventos que protagoniza la Gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.

En ese orden de ideas, la Diputada Local pidió al Secretario Parlamentario le pasara una tarjeta informativa con la restricción referida; “Pásenme el otro artículo se pide al público asistente guarde orden en esta sesión…páseme el otro artículo…páseme el otro artículo el que dice que los vamos a retirar sino…”

Sin embargo, al no encontrar eco a su exigencia con el funcionario público, Ramírez Ortiz reiteró su llamado a la mesura, el cual fue escuchado y atendido ya que se quedaron callados; “pedimos al público asistente guarde silencio”.

Tras la amenaza fallida, continuó la sesión ordinaria.

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