La democratización del país, es producto del movimiento estudiantil del 68: Cambrón

Recordar a quienes perdieron la vida en el movimiento estudiantil de 1968 en la plaza de las 3 culturas, es reconocer la valentía de esa generación de jóvenes que enfrentó con determinación y ahínco el poder del Estado Mexicano, así lo señaló el diputado Juan Manuel Cambrón Soria, frente al pleno de la LXIV Legislatura local.

El Coordinador del Grupo Parlamentario del PRD refirió en su intervención que no se trata de una anécdota histórica o efeméride, sino ponderar el hecho como un hito en la historia política de este país, matizado desde dos elementos de contexto; primero, que la represión de los estudiantes fue la repuesta de un resignen autoritario que ejercía el poder exacerbado, que controlaba y limitaba las libertades cívicas y políticas de los ciudadanos.

Y segundo, donde la piedra angular era el presidente de la republica que ejerció a facultades metaconstitucionales y que tenía además a un partido hegemónico cuasi único que era el engranaje central  de un andamiaje que estaba diseñado para avasayar y ganar elecciones en una época donde los votos no se contaban y por ello los jóvenes, ante esa realidad, los jóvenes levantaron la voz.

El movimiento del 68 significó un punto de quiebre para el sistema político mexicano y dio paso en 1977 a una importante reforma constitucional de gran peso; impulsada por Jesús Reyes Heroles, un político de avanzada e intelectual que a su vez generó lo que a la postre fue un gran cambio democrático en el país.

Incluso, recordó Cambrón Soria, que la izquierda del país ha considerado al movimiento del 68, como el acto político más importante desde la Revolución, por lo que significó en los cambios que produjo hacia la transformación política de México.

Octavio Paz dijo que el pliego petitorio de los jóvenes movió las conciencias y sedujo al pueblo de México porque logró sintetizar su contenido en una palabra: “democratización” y esa palabra está más allá del discurso fútil en el que hoy se nos quiere poner, de una lucha entre liberales y conservadores, algo que quedó bastante superado desde finales del siglo XIX y principios del XX.

El legislador tlaxcalteca finalizó su intervención en la tribuna del Poder Legislativo local con un llamado a los y las jóvenes de Tlaxcala y el País para que, recordando la memoria del 68, no claudiquen por un programa social, no desistan por un apoyo económico y para que mantengan su espíritu siempre revolucionario y de lucha, porque México requiere de una juventud pujante, reflexiva y muy crítica, en momentos donde persisten las tentaciones por volver al pasado y está en manos de los jóvenes.

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