La consulta de AMLO fracasó; nos vemos en la revocación de mandato

Este domingo, con apenas el 7 por ciento de la participación de la lista nominal, la Consulta Popular para Enjuiciar a los malos actores del pasado FRACASÓ, no será vinculante; es decir, no pasó nada de nada, y sí, no estarán en el patíbulo los expresidentes de México como lo soñó Andrés Manuel López Obrador. Esa fantasía suya, en la que él se convertía en Juez, jurado y verdugo, no podrá ser.

El Tribunal del Pueblo que AMLO tanto soñó en el que se desahogarían los procedimientos del derecho penal del enemigo, o administrativo, o político, o peor aún, ninguno de los anteriores, porque quizás sólo serviría para montar un show, como el televisivo que trasmite la cadena Univisión, conocido como “Caso Cerrado” que conduce la Doctora Ana María Polo, nació muerto. Pero al pueblo bueno y sabio: pan y circo. ¿No?

Para entrar en materia es menester señalar que el término derecho penal del enemigo fue acuñado por el jurista alemán Günter Jakobs en 1985; según el cual, se sancionan penalmente conductas, sin que hubieran afectado al bien jurídico tutelado. Es decir, no se castiga al autor del hecho por su comisión, sino por el hecho de considerarlo peligroso. Se sanciona por la conducta y la peligrosidad del actor y no por sus actos.

Dicho en otras palabras, el sujeto no es sancionado por el hecho que realizó, sino por su condición de persona “peligrosa” o enemigo, y para el inquilino de Palacio Nacional, al parecer, todo antecesor u opositor es un enemigo que debería ser castigado. Decía uno de mis exjefes: por las buenas, bueno y por las malas, mejor.

Estuvimos a punto de entrar a una nueva era de la persecución penal, que lo mismo habría podido perseguir y enjuiciar a malos gobernantes del pasado, que a empresarios y seguramente hasta periodistas críticos al sistema de la 4T, bajo este nuevo esquema. Todo enemigo sería combatido y castigado bajo el imperio de la Ley que tiene el Estado mexicano, su Estado, porque el Estado es él. Que nos quede claro. Y él decide por ser el líder moral, quién es bueno y quién es malo. Así de simple es.

En este nuevo modelo de justicia, lo mismo pretendía que estuvieran en el banquillo de los acusados Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox Quesada, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, Enrique Peña Nieto que Carlos Loret de Mola, Joaquín López-Dóriga o Víctor Trujillo pero jamás, Manuel Bartlett Diaz o Napoleón Gómez Urrutia y nunca de los nuncas, Pío, Martín o Felipa. Por citar solo algunos nombres que se me vienen a la mente.

No intento defender a quienes han trasgredido la ley, no, ellos lo pudieron haber hecho con sus propios medios. Aquí lo que quiero destacar, es que la forma es fondo, pues es obligación del Presidente denunciar cualquier delito con las pruebas pertinentes y suficientes, que estoy seguro tiene y en demasía, ante las instancias correspondientes, sin la necesidad de consultar esas acciones con la población. La Ley se aplica, no se consulta. ¿O le faltan argumentos para hacerlo?

Bueno fuera que se sujetaran a procesos penales y administrativos, según sea el caso en particular, a los malos actores políticos del pasado y también del presente, para evitar enjuiciar a otros en el futuro. Pero bajo los términos de legalidad establecidos en nuestra Constitución Federal.

A mí me gustaría saber el nombre del probable o presunto responsable y de qué se le acusaría. Claro que me gustaría saber por qué se vendió Ferrocarriles Nacionales de México, por qué se vendió la banca y por qué se rescató a través del Fobaproa. Que pasó con la Guardería ABC, con la extinción de Luz y Fuerza del Centro, con Mexicana de Aviación, con el Casino Royal, con el proyecto Chicontepec, con la Estela de Luz, con la refinería Bicentenario, con la guerra contra el narcotráfico.

Yo me pregunto, será que López Obrador buscaba sólo una confesión de los malos actores políticos o buscaría a toda costa la reparación del daño. Porque yo no sólo me quiero enterar de que fue lo que pasó, sino que a partir de ese ejercicio poder exigir que resarcieran el daño económico y patrimonial que le ocasionaron al erario nacional, al patrimonio de todos los mexicanos y los derechos humanos trasgredidos. Por cierto, alguien le comentó al Presi que algunos de esos supuestos delitos pudieron haber prescrito o están a punto, por el simple transcurso del tiempo.

No me cabe la menor duda que después de este ejercicio vendrían otros, en los que buscaríamos la verdad y la justicia sobre la línea 12 del metro de la CDMX, el INSABI, los medicamentos para niños con cáncer, el manejo de la pandemia, la cancelación de un mega aeropuerto y la ampliación de otro sólo por capricho, la refinería de Dos Bocas, la inundación del Edén Tabasqueño, los apagones de CFE, el tren maya, los contratos sin licitación que se cuentan por miles.

Conoceríamos entonces, que pasó con la liberación de Ovidio, con los besos y abrazos y no balazos en todo el territorio nacional, con las elecciones amañadas por el partido en el poder, con los fondos públicos como el FONDEN, y cientos más destinados al impulso del deporte, la cultura y las artes; con las guarderías; con los negocios de los hijos del actual presidente de la República; con las contribuciones a Pío o los negocios personales de Martín y con los contratos de Felipa, más todo lo que se vaya sumando en el transcurso del tiempo.

Dicen que con la vara que midas serás medido. La historia dará a cada uno el lugar que nos corresponde. Tiempo al tiempo. ¿Por cierto señor Presidente nos vemos en la consulta de revocación de mandato el próximo año, o ya ni le movemos al asunto?. Digo, no le vayan a fallar los operadores, en el caso de Tlaxcala, de la mujer más votada en la pasada elección y lo dejen como en la consulta, sólo, a su suerte y expuesto al escarnio público, y peor aún, con un pie fuera de Palacio Nacional.

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Más y más, medicamentos caducos…

Una más de los hermanos macana, y que conste que no me refiero al próximo diputado local por el Partido Revolucionario Institucional y al actual titular del Ejecutivo estatal, sino a los hermanos Lima Morales, secretarios de Educación y Salud, respectivamente; quienes sin querer se han convertido en actores fundamentales para entender esta nueva realidad por la que transita Tlaxcala y el mundo entero.

Uno de ellos, con la alta responsabilidad de analizar el entorno educativo estatal para direccionar las acciones más acordes a la realidad en plena pandemia, ha tenido un magro desempeño, por decir lo menos; pues a escaso un mes de que regresen miles de alumnos y maestros a clases, no ha podido definir con claridad si vamos a la cresta de la tercera ola de contagios de la cepa delta con las orejas abajo y la cola entre las patas, o habremos de resistir con todo y los embates del gobierno federal, para esperar unos meses más el regreso a las aulas, por seguridad de los educandos y docentes.

Mientras que el otro, encargado del sector salud, éste sí que es digno del grito, que se ha calificado de homofóbico y que ha sido motivo de sanciones por parte de la FIFA a la federación mexicana de futbol, y para aquellos que no la conocen, por cuestión de ilustración de la presente columna, acá se las comparto: Eeeehhhh Put…”.

Si alguien se sintió ofendido por la aludida mención, ofrezco una disculpa y aclaro: para los integrantes del movimiento LGTBIQ+, mis consideraciones, solidaridad, respeto y apoyo, no así para quienes, desde una posición de poder, por acciones u omisiones, impactan negativamente la vida de la población tlaxcalteca.

Hecha la aclaración y ofrecida la disculpa anticipada le comento: tengo que ser muy honesto, no se me ocurrió a mí, sino a las personas que me hicieron llegar su inconformidad tras conocer que en una bodega de la SESA hay cerca de cinco millones de pesos en medicamentos que están a punto de caducar y que no fueron distribuidos oportunamente en los nosocomios del Estado, a pesar de que los pacientes requieren esos tratamientos.

De ser cierto, este lamentable hecho se sumaría a lo ocurrido a mediados del mes de abril de la presente anualidad, cuando se encontró en un tiradero clandestino una gran cantidad de fármacos vencidos en una barranca de la comunidad de Texcacoac del municipio de Santa Ana Chiautempan, todos del sector salud y todos bajo la potestad del flamante secretario de Salud del Estado.

Al parecer la crisis por la que atraviesa el sector salud, no solo es a causa y consecuencia de la pandemia por el Covid-19 o por el inoperante INSABI, sino también por la mala administración del Gobierno estatal y de la SESA a cargo del Médico Cirujano y Partero, oriundo de Santa Ana Chiautempan, que merece una sanción ejemplar; o acaso, ¿se saldrá con la suya?, pues todo indica que para el secretario del ramo es una de las cien mil cosas que se pasa por el arco del triunfo, porque él como su hermano, ya se van a disfrutar de sus jugosos dividendos obtenidos durante su gestión.

¿Habrá que pedirle cuentas al gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, al secretario de Salud y a quienes tuvieron que ver con esas y otras irregularidades? O para ellos sí habrá perdón y olvido por parte de la próxima administración que encabezará mi amiga, la licenciada Lorena Cuéllar Cisneros. Al tiempo se sabrá…

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Los Mariachis callaron…

Por cierto, el Tribunal Electoral de Tlaxcala decidió quitarles el triunfo a dos presidentes municipales que ya poseían su constancia de mayoría que los acreditaba como autoridades electas. Estos fueron los casos de los munícipes electos de Mazatecochco y Quilehtla, que por irregularidades cometidas el día de la elección, debidamente fundadas y motivadas en los respectivos procedimientos jurisdiccionales, se quedaron con un palmo de nariz.

Así es que, como pasa en estos casos, se quedarán como las novias de pueblo: Vestidas y alborotadas. Lo único bueno, si es que hay algo bueno en todo esto, es que, ya no será necesario enlonar el patio de la aún modesta casa, contratar sillas y mesas; corretear a las gallinas un día antes de la toma de protesta para retorcerles el pescuezo y que formen parte de las viandas; matar el marrano para las carnitas; ir al molino para procesar el nixtamal; ni un grupo musical ni mariachis para amenizar la comida; nada de cervezas ni vinitos de los buenos, fiados o patrocinados por algún constructor; no, ya nada de eso será necesario.

Lo malo, y lo malo de lo malo, es que no es lo único malo, es que se vienen tiempos difíciles. No sólo perder el poder, la posición y el erario, sino también el poco respeto y prestigio del que gozan en su propia comunidad. Fama, dinero y amor serán cambiados por deudas, deslealtades y desamores. Ya no darán el grito de Independencia ni habrán de presidir los desfiles, no más coronaciones de las reinas, camioneta del año y ropa de tienda departamental. No, ya nada de eso. Los dos nuevos dandis, aquellos que por su amor lucharían algunas y quizás algunos, pues en gustos colores, tendrán que conformarse con una vida cotidiana, tal y como la conocen hasta la fecha.

Pero habremos de saber de ellos muy pronto, pues se estila que sean estos personajes los que busquen desestabilizar las administraciones, en busca de prebendas y canonjías, mientras pasa el tiempo y se avecinan las próximas elecciones en las que seguro participarán en busca de revancha.

¿Qué otros guapos habrán de correr la misma suerte? Es incierto, pues tendremos que esperar los resolutivos para conocer los alcances de todas las impugnaciones presentadas ante la jurisdicción local.

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Le recuerdo amable lector que pongo a su disposición el correo electrónico entercerainstancia@gmail.com para recibir sus denuncias, dudas, sugerencias y comentarios. Hasta la próxima…

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