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No cabe duda, que el tiempo que lleva el sexenio del presidente López (Diciembre de 2018- Julio de 2021), ha sido de grandes cambios y transformaciones, sin embargo, éstos no han sido en el sentido que como ciudadanos de la República quisiéramos, la transformación ha sido, en la forma cómo desde el púlpito presidencial se quiere que veamos los casos de corrupción que están imperando en el país en la actual administración pública federal.
El problema mayor es, que la corrupción no se ha eliminado y mucho menos ha disminuido, lo que ha ocurrido es que cambió de bando, ahora los que se encuentran en los cargos públicos, son los que tienen en sus manos la posibilidad de beneficiar y de beneficiarse a través del poder y de las instituciones del Estado, el pretexto para internar justificar sus fechorías es: ¡el PRI robaba más! —No tienen vergüenza—
Los golpes a la imagen presidencial están en un nivel preocupante, sin embargo, esto ocurre por la sencilla razón, de que el propio presidente de la República ha dado pauta para que esto ocurra, por un lado, su amplia exposición diaria en las llamadas mañaneras, en las que se utiliza ese espacio para establecer sus estrategias, tomar decisiones, fijar posturas, “defenderse de la prensa vendida y chayotera”, paro sobre todo atacar a los oponentes y adversarios políticos.
A decir del propio presidente, “es el presidente más atacado en la historia”, lo que es falso, pero además en los tiempos de Francisco I. Madero, Benito Juárez, Lazaro Cardenas, etcétera, no había los medios de comunicación masivos que existen hoy, tampoco existían “las benditas redes sociales”, —que actualmente ya no son tan benditas— ya que en éstas se generan los más grandes debates públicos, sobre los hechos y acontecimientos de la vida política de nuestro país.
Por si no bastaba el video de hace más de 10 meses, en el que se exhibe públicamente al hermano del presidente de la República (Pio López Obrador), recibiendo un paquete de dinero por parte de un exfuncionario del gobierno del Estado de Chiapas (David León), el pasado jueves 8 de julio de este año, se dio a conocer otro video en el que otro hermano del presidente (Martín Jesús López Obrador), recibe del mismo exfuncionario un paquete de dinero; en cualquier país civilizado, con una democracia robusta y consolidada estos hechos de corrupción hubieran derivado en la renuncia del actor de alto rango implicado, es decir la renuncia del presidente ya se hubiera dado, sin embargo en nuestro país, en donde un número importante de políticos tienen la cola muy larga, no ocurre nada —ni ocurrirá—hasta el momento, no se ve ni se escucha alguna postura por parte del poder legislativo federal.
Las justificaciones del presidente López son de antología, en el caso de su hermano Pio dijo: “que en el caso de los otros se trataba de actos de corrupción, pero en el caso de su hermano se trataba de aportaciones para el movimiento”, aportaciones que le ayudaron y lo llevaron a la presidencia de la República, en el caso del hermano Martín dijo: “que se trataba de una campaña negra en su contra, que se trata de un asunto personal, que tiene como intención perjudicarlo y que ya está acostumbrado a esto, además reconoce que hay otros videos y que el asunto lo están convirtiendo en un asunto político y que si había algún delito que se denunciara”, vaya forma de esquivar y deslindarse de la responsabilidad política y jurídica, que dichos actos de corrupción implican para él y para su gobierno.
No cabe duda que la transformación más evidente del actual gobierno es, como ahora se le denomina a los actos de corrupción, ahora se le llaman aportaciones para el movimiento y se le llama campaña negra de sus adversarios, lo anterior es no tener vergüenza y pensar que la mayoría de los mexicanos somos unos ignorantes, con un mínimo de inteligencia para darnos cuenta perfectamente, que lo que estamos viendo en esos videos, es más claro que el agua y se trata de actos de corrupción por parte de dos hermanos del actual titular del ejecutivo federal, no señor presidente no somos idiotas y no puede querer engañarnos con sus justificaciones absurdas e infantiles, y por supuesto que el asunto en un tema político, ya que los implicados son familiares directos del primer mandatario de nuestro país.
¡Así la gran transformación de México!
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