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Cuando la realidad supera la ficción, así ha sido el común denominador del actual gobierno federal, una realidad que ha rebasado lo que uno pudiera imaginar e incluso inventar.
En días pasados nos enteramos de unas declaraciones fuertes y con un contenido delicado; en una entrevista al periodista Carlos Loret de Mola —blanco favorito del presidente López y de sus seguidores— los tres presidentes y dirigentes de los partidos políticos nacionales (PAN, PRI y PRD) acusaron al partido en el gobierno federal (Morena) de estar asociado al narco, la declaración sorprendió a televidentes y desde luego al propio entrevistador.
El pasado miércoles 23 de junio del presente año, el actual gobernador del Estado de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, hacia declaraciones en el programa del periodista Ciro Gómez Leyva, manifestando lo siguiente: “Morena es un narcopartido, la elección de Michoacán debe anularse, los michoacanos no queremos que regrese el narcogobierno, un gobierno impuesto por el narco” esto lo dijo el gobernador emanado del PRD.
El viernes 25 de junio de 2021, en medios de comunicación impresos y digitales se dio a conocer una información relacionada al decomiso en un autobús turístico, de un cargamento de 280 kilogramos de droga (cristal) con un valor de aproximadamente 83 millones de pesos, hasta ahí la información es digna de aplaudirse, sin embargo la nota mayor no fue el decomiso, sino que el autobús llevaba estampado en su carrocería el logotipo, el emblema del partido político Morena.
El problema se acrecienta por dos razones, la primera, que en el autobús estén las imágenes del partido en el gobierno federal —lo cual puede ser una desastrosa casualidad—, la segunda que el ejercito haya publicado las fotografías con el logotipo del partido en el gobierno federal y tiempo después las haya sustituido por imágenes editadas, —lo que hace ver que la primera razón no fue una desastrosa casualidad, o al menos eso nos hacen pensar con su desatinada intención de cambiar las evidencias y las pruebas—en las que por supuesto, ya no está presente el logotipo del narcopartido, lo anterior no solo es un delito, sino que además atenta contra el derecho fundamental de las personas a acceder a la información, que además debe ser veraz y permitir el conocimiento de la verdad, sobre los asuntos públicos, intentar tergiversar los hechos, no solo les salió mal, sino que además hizo que el asunto se viralizara y se convirtiera en otra razón para que las personas no solamente tuvieran los elementos para manifestar, que el actual gobierno federal, aparte de corrupto y de estar permeado por el narco es un verdadero desastre en el manejo de la comunicación.
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