Aunque para muchos pareciera cotidiano el uso de un banco, extensión, tarima, base o algún accesorio similar para no quedar tan a ras de piso, en política es un sinónimo de miedo y un marcado complejo de inferioridad, ya que refleja a simple vista que el actor en comento busca estar muy por arriba de todos quienes le rodean, además de que no acepta sus limitantes físicas porque quisiera tener una estatura diferente.
Es el caso de Lorena Cuéllar Cisneros la candidata a la Gubernatura por la coalición “Juntos haremos historia” MORENA, PVEM, PANAL, PT, PEST, quien desde el pasado debate que tuvo verificativo el 18 de abril del presente año, pidió que le colocaran un banquito y poder alcanzar el atril.
Por cierto, en la transmisión que fue difundida en cadena estatal y a través de redes sociales se notó a una candidata insegura ya que en la transmisión que duró poco más de una hora no se soltó del pódium como una evidente muestra de temor ya que pudiera caer en cualquier momento.
Esa acción provocó que en redes sociales y entre la clase política la ex Senadora sea criticada por su evidente complejo de superioridad, además de su empecinamiento para crecer físicamente, acción literalmente imposible.
Según el sitio electrónico https://es.wikipedia.org/wiki/Complejo_de_superioridad el complejo de superioridad es un mecanismo inconsciente en el cual tratan de compensarse los sentimientos de inferioridad de los individuos, resaltando aquellas cualidades en las que sobresalen. Es lógico pensar que cada individuo posea aspectos positivos y otros negativos
El complejo de superioridad es un mecanismo inconsciente en el cual tratan de compensarse los sentimientos de inferioridad de los individuos, resaltando aquellas cualidades en las que sobresalen. Es lógico pensar que cada individuo posea aspectos positivos y otros negativos. Posiblemente los aspectos negativos del ser son obviados por su psiquis para obcecarse sólo con los positivos. El término fue acuñado por Alfred Adler (7 de febrero de 1870 – 28 de mayo de 1937).
La exhibición del complejo de superioridad, generalmente, se proyecta hacia los sentimientos de inferioridad con respecto a los demás. El problema más común de este complejo es sentirse “apartado” de los grupos sociales, por no presentar las mismas características que el resto de las personas. En el resto de las personas, al estar con una persona con este tipo de complejos, se puede llegar a pensar que son arrogantes o que quieren hacerse destacar por aspectos banales.
La conducta relacionada con este mecanismo puede incluir una opinión exageradamente positiva sobre el valor y las habilidades de uno mismo, expectativas muy altas y poco realistas con respecto a los logros de uno mismo y de los demás, vanidad, una cierta necesidad de llamar la atención (expresada a través de diferentes maneras), orgullo, sentimentalismo y facilidad de ser herido, una tendencia a rechazar las opiniones de los demás (a veces con fundamentos racionales), comportamiento snob, entre otras.
El alejamiento social y el “soñar despierto” puede ser también asociado al complejo de superioridad, ya que es una forma de evadir el temor al fracaso relacionado con los sentimientos de incapacidad de enfrentar el mundo real.
Y aunque uno creyera que esa práctica fue para no sentirse menos en ese ejercicio democrático con las cinco competidoras restantes a la Gubernatura, junto con el único varón candidato del partido familiar RSP quien en su infancia sufrió mucho para hoy ser un potentado empresario.
Mire Usted estimad@ lector que nada tendría de relevante esa acción, al no ser que el uso del “banco” se ha convertido en una herramienta insustituible en la candidata de MORENA y es usado ya sin el menor pudor en los eventos públicos que la ex alcaldesa capitalina realiza, misma que deja entrever que esas frases de no mentir, no robar y no traicionar, solo son usadas como discurso político.
Como una evidente muestra le dejo tres actividades nuevas en las que el uso del banquito fue prioridad.
Uno fue en el evento que tuvo verificativo hace poco más de una semana con la CROC, miembros de su ex partido el PRI.
Luego fue el pasado fin de semana en el municipio de Chiautempan, donde la hoy morenista se reunió con la estructura de la coalición que la arropa.
La más reciente, fue en “su mañanerita” de Lorena Cuéllar este lunes, evento proselitista disfrazado de rueda de prensa que realizó la candidata al Gobierno del Estado con artesanos, en donde la presencia del banquito fue prioridad.
¡Ver para creer! dijera un amigo periodista