La administración de Zacatelco encabezada por el tránsfuga petista Federico Tomás Orea Albarran, se ha caracterizado por la malversación de recursos públicos, mal trato a su personal y adeudos a proveedores y prestadores de servicios, lo que ha generado desconfianza entre los pobladores de la demarcación hacia las autoridades municipales.
Muestra de ello es el constante cambio de funcionarios como directores de obras y tesoreros debido a las múltiples tranzas en las que incurre el alcalde, que se identifica por sus evidentes desplantes en público cuando algo le parece mal o simple y sencillamente no se hace como él quiere.
Muestra fehaciente de su incompetencia al manejar los recursos públicos es que la cuenta pública del 2018 registró un daño patrimonial en el 60.5 por ciento de su presupuesto devengado durante el año pasado, lo que representa un monto de 56 millones 42 mil 130.14 pesos de más de 92 millones 599 mil pesos que ingresaron en ese ejercicio.
Entre los principales argumentos de la reprobación, destaca que se desconocían los Procedimientos técnicos para la asignación y construcción de las obras observadas.
Sumado a la reprobación de 2018, la administración de Orea Albarrán han tenido constantes señalamientos por irregularidades en el manejo de su gasto, tal fue el caso del informe de resultados emitido por el Órgano de Fiscalización Superior (OFS) del 2019, que tuvo observaciones por 14 millones 780 mil 506.02 pesos, que representaba el 8.1 por ciento de su gasto y alcanzaba una calificación no aprobatoria con solo 51.9 puntos.
Sin embargo, los integrantes de la LXIII Legislatura local decidieron omitir diversas irregularidades financieras detectadas por el OFS, pues permitieron solventar, de manera irregular, observaciones por varios millones de pesos en las cuentas públicas Zacatelco.