Agradezco las felicitaciones y todo tipo de manifestaciones de cariño que me hicieron llegar familiares, conocidos y amigos, por mi primera entrega de este espacio dedicado a la crítica y la opinión informada. A Ustedes les digo: sus palabras me alientan y comprometen a seguir por el sendero del profesionalismo, para contribuir, en la medida de mis posibilidades, a impulsar un entorno social más justo y equitativo en nuestra entidad.
Dicho lo anterior y para sustentar los comentarios vertidos en la entrega pasada, sobre los escasos resultados del Maestro José Antonio Aquiahuatl Sánchez, actual Procurador General de Justicia del Estado de Tlaxcala, me voy a sumergir en los datos duros y puros, que arroja la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), en su edición 2020, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Por lo extenso y variado de su contenido, segmentaré los resultados por tema, pues aún, cuando están íntimamente ligados; seguridad, procuración e impartición de justicia, lo cierto es que merecen un trato diferenciado.
Dado el diseño conceptual y estadístico, la ENVIPE se ha consolidado como una de las mejores prácticas internacionales para medir victimización y delitos. El INEGI en colaboración con la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) continúa compartiendo las experiencias de México en el diseño de encuestas de victimización, tanto en hogares como en entidades económicas, para el desarrollo de encuestas nacionales y regionales, refiere la publicación, que Usted amable lector, podrá consultar en la siguiente dirección: https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/envipe/2020/doc/envipe2020_tlax.pdf
Cabe hacer la aclaración, que los resultados de la encuesta a la que hago referencia, es la más reciente levantada por el INEGI, en la que midió la victimización, número de víctimas, número de delitos y cifra negra en la denuncia de delitos, que corresponden al año 2019; mientras que el grado de confianza en las instituciones, así como las actitudes y experiencias de las víctimas, en este caso, en la Procuraduría General de Justicia del Estado, son al corte del mes de marzo de 2020, mismo año en que se hace pública la encuesta; es decir, antes de que se decretara la contingencia sanitaria por el COVID-19, que, si bien ha frenado muchas actividades, no ha impedido que su personal operativo siga en campo, exponiendo así su salud y su propia vida, con magros resultados como veremos a continuación, quizás por la falta de un liderazgo efectivo en la institución.
En Tlaxcala, -si amable lector-, tan solo en el año 2019, se estima que se cometieron 285 mil 740 delitos. Esta cifra contrastada con el millón 342 mil 977 personas que habitamos este bello Estado, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda, INEGI 2020 (http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/tlax/poblacion/), me permite señalar, si la aritmética no me falla, que poco más de 4 de cada 10 tlaxcaltecas fueron o fuimos víctimas de algún delito. Bueno 4.69, para ser exactos.
De acuerdo con lo anterior, la incidencia por tipo de delitos, -que quede claro -, solo por cada cien mil habitantes, fue la siguiente: extorsión, 6 mil 378, que representa el 21.1%; robo o asalto en calle o transporte público: 6 mil 282, con el 20.8%; fraude (incluyendo el bancario y al consumidor): 4 mil 761, con el 15.8%; amenazas verbales: 3 mil 608, con el 12.0%; robo total o parcial de vehículo: 2 mil 657, con el 8.8%; robo a casa habitación: 2 mil 192, con el 7.3%; lesiones, 2 mil 8, con el 6.7%; otros delitos (incluyendo secuestros o secuestro exprés y delitos sexuales): mil 439, 4.8%, y por último; otros robos, que en su conjunto suman 851 y que representan el 2.8% de los delitos más representativos de la competencia del fuero común.
En el 53% de los 285 mil 740 delitos cometidos en 2019, las víctimas estuvieron presentes al momento de que se registraron los hechos; y de ese porcentaje, el 30.7% reportó que fue con agresión física.
También se detalla que, de los 285 mil 740 delitos, en el 81.4% de éstos, las víctimas sufrieron daños económicos; 26.4%, daño emocional o psicológico y un 9.3%, daño físico o laboral.
De acuerdo con el número de participantes en los hechos delictivos: en el 47.6% participó una sola persona; en el 24.1% de los casos, dos personas y en el 24.3%, tres personas o más.
El costo total a consecuencia de la inseguridad y el delito en hogares, representó un monto de 3 mil 19.1 millones de pesos. De los cuales 62.6% fue por pérdidas económicas a consecuencia de los delitos y 33% por medidas preventivas (como cambiar y colocar cerraduras y/o candados, cambiar puertas y ventanas, realizar acciones conjuntas con sus vecinos, colocar rejas y bardas y comprar un perro guardián). Tan solo en estas medidas preventivas los tlaxcaltecas invertimos un total de 995.2 millones de pesos.
Hasta aquí, ¿Qué le han parecido estos datos oficiales?. Saque Usted sus propias conclusiones. Y que conste que la encuesta es 2019-2020, se imagina de lo que nos vamos a enterar en la 2020-2021. ¿Qué dicen, armamos una quiniela?.
Aclaro de una vez, que no pretendo el aplauso fácil del respetable público hacía el Procurador General de Justicia, por sus “excelentes resultados” al frente de la institución, porque por eso tiene un sueldo, que merecidamente o no, lo cobra cada quincena. Ni tampoco su linchamiento mediático por lo ineficaz e ineficiente que pudiera llegar a ser; más bien, mi intención es despertar el interés del lector en los datos que nos proporcionan entidades con el prestigio y solidez, como el INEGI.
Recuerde Usted, que la información es poder.
Por razones de tiempo y espacio, como lo advertí líneas arriba, son asuntos bastos que no se agotarían en una sola entrega, por lo tanto, ruego a Usted su comprensión, al tiempo que le pido, sienta y haga suyo este espacio y hágame llegar sus puntos de vista, comentarios y sugerencias. Ello enriquecerá aún más el debate de ideas y consolidará este espacio de opinión y sana crítica, que es suyo y para Usted.
Continuará…