Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo. Abraham Lincoln, presidente de los EEUU.
Por Alejandro Nava.
Las campañas a la gubernatura iniciaron, y a casi ocho días del arranque, enseñan los dimes y diretes, comentarios positivos y negativos, habladurías, réplicas y contrarréplicas, memes en redes sociales y hasta una que otra mentada en los comentarios.
Siempre van a existir las pasiones de cualquier índole, ya sea amorosas, de religión o deportivas, pero sin duda alguna, la que más apasiona es la política, sin ser egoísta y sin ser partidista de nadie, le puedo decir amable lector, que usted o alguien de su familia esta con tal o cual partido político o con tal o cual candidato o candidata, y hoy no para de hablar de eso.
Bien es cierto que tenemos la habilidad de entrar en el dialogo (somos humanos racionales) y que se puede hacer de manera clara, precisa y tranquila, pero la pasión a veces nos gana y genera caos, defendemos a tal o cual por nuestra preferencia, porque le ayudaron en algún problema de cualquier índole, porque milita en algún partido y le agrada su filosofía, porque es el compadre del compadre o el amigo de un amigo, y que a veces se explota si llevamos la contra a los que amamos, a nuestros amigos o familiares, a los jóvenes y los jóvenes contra los adultos.
La política se debe de ver desde el punto de vista social, altruista, de ayuda y apoyo a la población en general, no para enriquecer o para hacer del cargo un bastión de poder, hay que hacer reflexiones y no inflexiones, hay que meditar y no ser introspectivo, hay que escuchar y luego hablar.
Por lo que hoy le tengo dos recomendaciones, una es que SEA PACÍFICO o PACÍFICA, no se altere y escuche, si con nada cambia la filosofía o el pensamiento de alguien, usted tampoco lo hará. Hoy con la pandemia que nos aqueja, el confinamiento, la restricción de movilidad, la incertidumbre, el estrés, la presión por la situación económica, la educación a distancia de manera improvisada, entre otros factores, causan situaciones difíciles para los miembros de la familia en distintos contextos, y deje le comento que las mujeres son las principales víctimas de violencia en el hogar.
Un estudio que realizó la Red Nacional de Refugios (RNR) informó que el año pasado, decenas de mujeres tuvieron que huir de sus hogares para salvar sus vidas o la de sus hijos e hijas. El número de rescates durante el año pasado creció 300% con relación a lo registrado en 2019.
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se reportó un aumento en las llamadas de denuncia de violencia contra las mujeres y en la incidencia delictiva en el entorno familiar en 2020, alcanzando un máximo histórico con 220 mil incidencias, 5% más de lo registrado en 2019.
Dichas cifras visualizan lo terrible que ha sido el confinamiento en algunos hogares mexicanos, dicho esto, le vuelvo a decir, NO SE EXALTE, si alguien de su familia desea pelear por temas políticos, piense en su familia, piense en sus hijos y piense cuando formó esa familia.
La segunda recomendación es para los candidatos, por favor, NO HAGAN VIOLENCIA POLÍTICA, inciten a sus colaboradores y seguidores a no replicar más, a no insultar y a no generar violencia verbal, violencia en redes sociales o incluso violencia física, sus campañas deben de ser de altura, deben de ser de propuestas y con la mejor cara, utilicen sus discursos para incitar a la población a que sea más tolerante y menos impulsiva, a que vean sus propuestas sin denostar a los demás, a ser más humanos y menos políticos, a ser más sensibles con las familias, porque al final, el voto será de los ciudadanos para ustedes y si hacen campañas burdas sin argumentos y sin sensibilidad social, se verá reflejado no solo en las urnas, sino en divorcios, en violencia intrafamiliar, en violencia física, psicológica o sexual. Por favor realicen campañas de altura.
Y te sacaran los ojos…
Obituario. Al Doctor Rubén Reyes Córdova, ex rector y catedrático de la Universidad Autónoma de Tlaxcala; excelente docente, humanista, persona sincera y agradable, con un intelecto impecable, perfecto administrador de la máxima casa de estudios, dios lo guarde en su gloria y que a su familia paz a sus corazones. Doctor, lo vamos a extrañar.