La democracia en mutación

Por José David Cabrera Canales * 

Siempre el término democracia ha indicado una forma de Estado y de gobierno, en pocas palabras una entidad política; sin embargo democracia ha significado muchas cosas para diferentes personas en distintas épocas y lugares, para quienes vivimos en este siglo XXI, democracia significa el poder de muchos, pero con absoluto respeto a las minorías, pero además, tomando en cuenta la opinión de todos los involucrados en las decisiones públicas, hoy no puede haber democracia sin participación efectiva y sin acceso a la información pública. 

Actualmente, muchos países viven en regímenes con fachadas pseudodemocráticas, las autoridades emanadas de procesos electorales libres han contado con un amplio respaldo popular, pero una vez logrado el triunfo, las decisiones y acciones perfilan a esos gobiernos hacia regímenes con una alta inclinación antidemocrática, podríamos identificar a estos regímenes como totalitarios, que actúan en nombre de una “verdadera democracia” para terminar instalando niveles inéditos de opresión. 

México se encuentra entre los países que están por reforzar sus instituciones y prácticas democráticas, podríamos decir que teníamos avances importantes, sin embargo la profundización de las crisis y el conflicto político que estamos atravesando, están poniendo a la democracia mexicana a la prueba del tiempo. 

En nuestro país la democracia es frágil y débil, podríamos pensar que con acciones que tienden a debilitar a las instituciones y a los distintos poderes públicos, se está minando internamente a la democracia, ya que uno de los principales signos que identifican a un país democrático es el equilibrio y el respeto entre los titulares del poder legislativo, ejecutivo y judicial; sin embargo, muchas de las veces el poder tiende a ejercerse en exceso y de forma extrema, de lo contrario no sería poder. 

Los principales enemigos de la democracia son: las crisis económicas, la corrupción y la impunidad, problemas que hoy estamos viviendo de manera conjunta cerca de un proceso electoral, pero además debemos agregar el desdoblamiento de otras crisis que estamos atravesando, como:  la sanitaria, política, ética y moral.

Por lo que debemos preguntarnos, ¿qué tanto afectarán las crisis que estamos viviendo, las elecciones del 6 de junio? Mi opinión es, que, sin duda la exacerbación de las crisis que estamos viviendo, serán un factor que ejercerá presión e influencia a la hora de emitir el voto por las distintas alternativas o propuestas políticas; no hay duda que existe un desencanto ciudadano, crisis de credibilidad y de legitimidad en las decisiones públicas, el futuro es incierto y en lugar de generar esperanza, genera miedo. 

No debemos perder de vista, que, la fuente del poder legitimo es la voluntad popular expresada electoralmente, sin embargo esta idea del pueblo- elector se ha modificado y ha mutado hacia una democracia a gran escala, con otros elementos como por ejemplo: cargos públicos electos; una institución autónoma para garantizar elecciones libres, imparciales y frecuentes; libertad de expresión; una institución autónoma para garantizar el efectivo acceso a la información pública y una mayor participación de la población en la toma de decisiones públicas. 

Es una obviedad decir que no hay instituciones perfectas, la democracia es una institución que ha ido transformándose de lugar en lugar y de momento a momento, en este siglo XXI estamos frente a una democracia  continua que no se agota en las urnas, ya no es una cesión de derechos que se repetía hasta las próximas elecciones, va más allá de los procesos electorales y acompaña a los gobernantes para vigilarlos, para aprobar o desaprobar las decisiones tomadas.

Nos encontramos ante una democracia más participativa, en donde la aceptación o el rechazo a una decisión política, es una manifestación espontánea, que no toma calles ni plazas públicas, sino que ahora se da a través del ciberespacio y que ha hecho caer gobernantes y gobiernos en distintos países, a esto nos enfrentamos hoy, con la democracia en mutación. 

* Analista, profesor de tiempo completo de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, presidente de la academia de política. 

Twitter@David_CabreraC

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *