Despotrica contra la dirigencia de MORENA Guillermo Hugo Berruecos Rodríguez personero de “El Carnitas” Héctor Domínguez Rugerio, después de que este día se enteró que siempre no irá como candidato porque el ITE no le permitiría su registro después de ser mala paga, golpeador de mujeres y haber dejado sin comer a sus menores hijos al negarles una pensión.
Por lo anterior, el ex director de la CAPACH ya inició una campaña de odio entre sus compañer@s a quienes los acusó sin dar nombres de ser los responsables de que lo bajaran luego de que se suscitó una campaña sucia en su contra.
Es precisamente a unas horas de que se definan las candidaturas a presidencias municipales, cuando el aspirante a candidato a la alcaldía de Chiautempan por MORENA Guillermo Berruecos fue bajado por golpeador de mujeres, mala paga y mal padre por lo cual ya es conocido como “El Macedonio chiautempense”
Guillermo Berruecos quien junto con Carlos Escobar Izquierdo son considerados como sus más fieles escuderos e incondicionales de El Carnitas, fueron bajados de un plumazo por no ser leales a la 4T ya que por un lado pidieron chichi para ser cobijados en MORENA y por otro apoyaban abiertamente a la candidata a la Gubernatura de la coalición “Unidos por Tlaxcala” Anabell Ávalos Zempoalteca en lugar de apuntalar a la virtual candidata de MORENA a la Gubernatura Lorena Cuéllar Cisneros.
Luego de que fueron bajados, existe preocupación en el equipo de Domínguez Rugerio, ya que quien llegue a relevarlo se habrá de encontrar con un marcado cochinero que priva en la administración municipal.
Desde presuntos negocios que se hicieron desde el Patronato de Feria, así como las diversas obras y adquisiciones de predios, y la última que detonó en una fuerte movilización, fue el caso del panteón municipal que fue paralizada y suspendida la obra por existir un sinfín de irregularidades.
Al interior del Ayuntamiento se rumora que gracias al vinculo tan estrecho de Carlos Escobar Izquierdo con uno de sus hermanos de Héctor Domínguez, sería como el alcalde emanado del PRI pudo hacer negocios y repartir ganancias entre los miembros de su cabildo, para evitar la transparencia y el manejo adecuado de recursos, permitiendo la compra de gasolineras, restaurantes, propiedades y hasta vehículos pesados que son utilizados para la construcción.