Superdelegada de Tlaxcala, corresponsable de la mayor cartera vencida del Banco del Bienestar

  • Un magnífico negocio de promoción personal: dar créditos a fondo perdido a cambio de exigir lealtad para impulsar una carrera política. Ahora la Función Pública ve con lupa los movimientos de su ex director de Bansefi, y de la entonces superdelegada Lorena Cuéllar.

La ex superdelegada del Bienestar en Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, es corresponsable de la virtual quiebra del Banco del Bienestar, cuya cartera vencida pasó de 44 millones de pesos a más de 318 millones de pesos bajo la dirección de Rabinranath Salazar Solorio, quien hoy se desempeña como subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (Segob).

Diversos medios de comunicación, entre otros Reforma, dan cuenta de la participación de dicho subsecretario en el afianzamiento de la candidatura de Cuéllar Cisneros por Morena al gobierno de Tlaxcala.

En junio de este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador, hizo un “enroque” entre Gobernación y Hacienda. Sacó del Banco del Bienestar a Rabinranath Salazar y lo envió con la secretaria de Gobernación, Sánchez Cordero, mientras que al Banco del Bienestar mandó a Diana Álvarez Mauri.

Fuentes de la Secretaría de la Función Pública (SFP) revelaron que siendo director del Banco del Bienestar, Salazar Solorio entabló una fuerte relación de negocios con la superdelegada tlaxcalteca quien, con su investidura de diputada federal del Partido Encuentro Social (PES) con licencia, hizo presión a su colega funcionario federal, y ex compañero senador en la anterior Legislatura para destinar todos los créditos posibles al voluminoso registro de familias pobres de Tlaxcala, con quienes habría pactado dichos préstamos a fondo perdido.

Era un magnífico negocio pues, a cambio esa superdelegada exigiría a los pobres de su entidad entablar un firme compromiso para impulsarla en su carrera política. Sabían que al aceptarlo el apoyo del gobierno no tendrían que regresarlo. En eso consistía lo valioso de este negocio hecho por Lorena Cuéllar y avalado por el entonces director del Banco del Bienestar.

Sin embargo el comportamiento de Rabinranath al frente del Banco del Bienestar llevó a la quiebra a la institución. A su salida, tersa porque así lo decidió el presidente Andrés Manuel López Obrador, Bansefi había alcanzado una cartera vencida de 318 millones de pesos. Sus registros señalan que dos años antes había tenido su peor ejercicio con 44 millones de cartera vencida.

La coparticipación de Cuéllar Cisneros en el quebranto del  Banco del Bienestar es una de las prioridades en la SFP, pues de configurarse el daño al patrimonio de la Federación, la situación legal de la ex superdelegada se complica aún más a unas horas del registro de aspirantes a la candidatura de Morena a gobernador de Tlaxcala.

El otro responsable del mencionado quebranto, subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (Segob) es observado por el Gobierno Federal desde mayo de este año, cuando se autorizaron cuantiosos créditos, en un monto tan elevado y en tan corto plazo que se encendieron los focos rojos de la Función Pública.

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