* Vivimos una de las temporadas más frías, “el invierno de Covid-19 y la Influenza”, alertó la empresaria morenista.
Dulce Silva se declaró “intolerante”, con aquellos que roban parcial o totalmente la ayuda dada por la autoridad superior, desafiando el mandato constitucional recién aprobado para hacer un derecho el acceso de los más vulnerables a las políticas solidarias del Gobierno con quienes más lo necesitan
Agregó además, que es su prioridad escuchar a los que menos tienen, y aplicarse a fondo para encontrar la forma de hacer un gran equipo defensor de la economía de miles de familias que han comenzado a vivir el crudo invierno de la pandemia del covid-19 y la Influenza.
En ninguna circunstancia, manifestó la empresaria, podríamos mantener los brazos cruzados y la boca cerrada porque eso sería asumirse cómplices de acciones indescriptibles, inaceptables, por las cuales aquellos en contra de quienes exista evidencia tienen que responder ante la Fiscalía General de la República (FGR).
Coordinadora Nacional de Morena con el Sector Empresarial, Dulce Silva Hernández, expresó su más profunda admiración por la manera en que adultos mayores, personas con alguna discapacidad y estudiantes, administran los recursos que de manera justa, y como un ejemplo para el mundo, envía puntualmente el Gobierno de México.
Esas ayudas, en manos de mamás, papás o abuelos han cambiado lo que antes fue desesperanza y frustración por una periódica capacidad para adquirir insumos, para pagar deudas, para comprar medicamentos.
Dulce se pregunta si hay algo más conmovedor y satisfactorio que las familias que habitan en zonas rurales apilando su cosecha de maíz para que nunca falten alimentos en esta temporada que avizora heladas y demanda extremar cuidados por la amenaza constante de contagios.
Nunca más, una persona con alguna discapacidad, sin el dinero para adquirir sus medicamentos, o los equipos necesarios para atenderse y poderse valer por ellos mismos.
Se declaró admiradora de jóvenes quienes además de contar con dinero para paisajes o útiles, para sus alimentos, también aportan a la economía de sus familias gracias a las becas que les llegan.